Dar Y RecibirMuestra

¿Alguna vez has olvidado devolverle dinero a alguien? Esa deuda te persigue, haciendo que cada interacción sea más incómoda hasta que finalmente pagas lo que debes. Ahora, imagina si esa persona de repente te dijera: «No te preocupes por eso. La deuda está cancelada; alguien más ya me pagó». Eso sería increíble, ¿verdad? Bueno, ese es el tipo de perdón que Jesús nos ofrece. Él nos explica cómo nuestra disposición de perdonar a los demás puede ayudarnos a estar abiertos a recibir perdón nosotros mismos. No es que el perdón de Dios dependa del nuestro; más bien, perdonar a los demás nos permite entender mejor el perdón que Dios nos ofrece. Para nosotros, el perdón es un proceso. Claro, lleva tiempo, pero es un camino que vale la pena recorrer.

Hoy, reflexiona sobre cualquier «deuda» que estés guardando contra otros. ¿Cómo cambiarían tu relación con ellos y con Dios si perdonas esas deudas? Elige una deuda específica y escríbela en un pedazo de papel. Luego, como un acto simbólico de cancelar la deuda, rompe el papel y tíralo a la basura.