El Niño Que RegresóMuestra

Escrito por Cherish Faith, 19 años, de Charlotte, NC

Siempre me pregunto por los pequeños detalles sobre Jesús. ¿Era madrugador o noctámbulo? ¿Desayunaba antes o después de cepillarse los dientes por la mañana? ¿Le gustaba el té o el café? Hay muchas preguntas que podemos hacernos sobre Jesús, pero algo de lo que podemos estar seguros es que a él le encantaba servir a los demás. Enseñó a otros, alimentó a los hambrientos, cuidó a los pobres e hizo muchas otras cosas para servir a las personas a su alrededor. Como seguidores de Jesús, debemos mostrar nuestro amor por él actuando como Jesús lo hizo cuando estuvo en la tierra. Servir a los demás puede parecer una tarea abrumadora. ¿Cómo sabemos que estamos sirviendo a los demás? ¿Con qué frecuencia deberíamos servirles? ¿Existe una forma correcta o incorrecta de servir a otros? Lo interesante de servir es que, no importa si son acciones grandes o pequeñas, todas son significativas. Puede ser algo tan significativo como preparar paquetes de ayuda con artículos de higiene para personas sin hogar o tan simple como sostener la puerta para quien camina detrás de ti.

Cuando servimos a los demás, reflejamos a Jesús y mostramos al mundo nuestro amor por él.