El Niño Que RegresóMuestra

A medida que avanzamos en la temporada de Pascua, imagina la escena de la entrada de Jesús en Jerusalén hace miles de años. Estaba rodeado de gritos de alegría y alabanzas. Las personas tendieron sus mantos y ramas de palma, lo que era una señal de honor y celebración. Ese momento marcó el comienzo de algo poderoso. Jesús estaba siendo recibido como Rey, un rey diferente a cualquiera que hubieran tenido antes.

Pero ¿qué significa esto para nosotros hoy en día? Recibir a Jesús como Rey en nuestra vida significa reconocer su autoridad y honrarlo con nuestras acciones. Colocar nuestros «mantos» podría simbolizar renunciar a cosas que obstaculizan nuestra relación con él, como las distracciones, el miedo o el orgullo. Se trata de hacer espacio en nuestra vida para abrazar plenamente su liderazgo.

Hoy, considera lo que necesitas dejar de lado para realmente recibir y honrar a Jesús con tu vida.