Atrapado en La Ola CerradaMuestra

“Consideradlo como un gozo muy grande, hermanos míos, cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” —Santiago 1:2-3.

Recientemente estaba construyendo un avión de papel para mi hijo de 6 años. Empecé a doblar un ala cuando él dijo: “¡No lo rompas!”. Respondí diciendo: “No estoy tratando de romperlo, estoy tratando de armarlo"

A medida que las palabras salieron de mi boca, pensé: Wow—esto debe ser como es con Dios y conmigo. Miro mi vida y le digo a Dios que no la rompa. Miro mis circunstancias y acuso a Dios de no saber lo que está haciendo.

En Santiago 1:2 se nos dice que “Consideremos como un gozo muy grande, hermanos, cuando os halléis en diversas pruebas…”. ¿Lo captaste? Pruebas… considérenlo como gozo muy grande. ¿De verdad? Parece ridículo, ¿no?

Pero en este pasaje puedes ver que Dios tiene planes para tu vida. Planes para moldearte a ser como Jesús en tu carácter y prioridades, lo que te permitirá experimentar y conocer a Dios de una manera personal. Y como un gran artista que va quitando pedazos de piedra para crear una obra de belleza, Dios está quitando pedazos de ti para sacar a la persona que Él quiere que seas (y tal vez, en el fondo, la que siempre has soñado ser).

Así que, este gozo en las pruebas no es una especie de felicidad rara y delirante. No, este es el tipo de gozo en el que estás remando a través de muros de espuma, pasando ola tras ola, pero volviendo a la superficie con una sonrisa. Porque sabes que, aunque es excepcionalmente difícil salir hoy, las recompensas de tubos cristalinos te esperan afuera.

Este gozo no es una sonrisa falsa y fabricada; es un gozo paciente, perseverante a través de los tiempos difíciles con un enfoque de que algo bueno vendrá luego.

No sé qué estás enfrentando hoy. Pero sé que hay solo dos tipos de personas en el mundo: aquellos que están en pruebas y aquellos que estarán. Más temprano o más tarde, estarás lidiando con dolor, tentación o decepción en tu vida. Pero en esos tiempos, puedes apoyarte en la Palabra de Dios y saber que Dios usará esta prueba para un bien mayor. Puedes soportar con verdadero gozo, sabiendo que Dios está quitando las piezas de piedra que te han marcado por demasiado tiempo. Él te está liberando para ser más como Jesús.

La próxima vez que tu nueva tabla se rompa o la vida parezca cerrarse para ti, recuerda que tu Padre Celestial está mirando con amor, diciendo: “No estoy tratando de romperte; estoy tratando de hacerte".

Profundiza:

¿Cuál es tu primera reacción cuando la vida se cierra para ti?

¿Hay áreas de tu vida en las que puedes sentir que Dios está quitando cosas? Lee el capítulo 1 de Santiago nuevamente y pasa un tiempo en oración pidiendo a Dios que te muestre cómo está trabajando para hacerte alguien nuevo.

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