Salmo 27: Una Declaración De Confianza Basada en La ExperienciaMuestra

Una declaración de fe basada en la experiencia

Este salmo comienza con una formidable declaración de fe: Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1).

Jehová es mi luzy mi salvación…Jehová es la fortaleza de mi vida refleja el tipo de relación que David tenía con Dios. Dios no sólo es la luz, sino su luz. Refleja también la opinión y el concepto que tenía David de Dios. Es como si estuviera diciendo “si Dios (Todopoderoso, Omnipresente, Omnisciente, etc.) está conmigo, quien puede hacerme daño”. En palabras del apóstol Pablo: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31).

La luz representa todo lo que es bueno y también es una fuente de guía. Eso es lo que representa Dios para David: el bien (la bondad) y la guía (la dirección).

Para los creyentes Dios es la luz, a través de:

• La guía de su palabra (Salmo 119:105).
• La guía del Espíritu Santo (Efesios 1:12-14).
• La propia presencia de Dios en sus vidas (Juan 1:4-5; Juan 8:12).

El Señor es mi salvación. La salvación significa "preservación o liberación de daño, ruina o pérdida”. En este versículo, salvación significa que el Señor es nuestra fuente de esperanza, seguridad y protección. Él nos preserva y nos libera. Además, por medio de Él, gracias a la muerte y resurrección de Jesús, podemos tener la salvación eterna (Juan 3:16-18).

La segunda mitad del Salmo 27:1 dice:"El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?". Para David el Señor es un baluarte de fortaleza en tiempos de guerra (refugio seguro, castillo inexpugnable, roca fuerte); es un lugar seguro en tiempos de adversidad. El Señor es nuestro lugar seguro y protegido (Salmo 37:39).

David veía al Señor como la fortaleza de su vida. David sabía algo de lo que el apóstol Pablo escribiría muchos años después: Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10).

Una declaración de fe basada en la experiencia

Esta (Salmo 27) no es sólo una declaración teológica, no sólo refleja una doctrina, sino una experiencia espiritual. Esta declaración, como todas las declaraciones de David acerca de Dios, reflejan un conocimiento experiencial y no meramente teórico.

Una cosa es saber de Dios por estudio, conocer doctrinas bíblicas, y otra muy diferente, es conocer experiencialmente a Dios. Uno puede decir que Dios es sanador, que Dios es protector y que Dios es amor; y otra muy diferente es experimentar el poder sanador de Dios, vivenciar la protección de Dios en situaciones de riesgo y peligro, y experimentar el amor consolador y nutridor de Dios en nuestra vida diaria.

Una cosa es declarar que Dios es nuestro guía y protector, y otra muy diferente es proclamar con plena convicción - apoyado en la experiencia confirmatoria a lo largo de toda una vida - el cuidado, la guía y la protección de Dios: Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado (Salmo 27:3).

Al leer los salmos se puede captar el conocimiento experiencial de Dios por parte de David: Jehová es mi fortaleza, Jehová es mi refugio, Jehová es mi salvación… Esas no son declaraciones retóricas, ni hipotéticas, ni teoría estudiada, sino experiencias vividas con Dios desde su tierna juventud. Dado que Dios era su luz, su salvación y su fortaleza, en verdad no había razón para temer o atemorizarse.