Milagros Para TodosMuestra
Cuando la Tierra se estremeció
Durante nuestra evangelización en Lubumbashi (Katanga, Congo), las multitudes recibieron tal poder de Dios mientras escuchaban el Evangelio, que la tierra tembló literalmente. Sucedió tal como cuando los creyentes de la iglesia primitiva fueron llenos del Espíritu Santo, y el lugar donde se encontraban se estremeció. Dios dio testimonio de la verdad del Evangelio que se proclamaba.
La tierra tembló tan ferozmente que miles de personas corrieron en todas las direcciones. Aquella zona nunca había experimentado ningún tipo de terremoto, y no se sintió en ningún otro lugar de la ciudad. Hicieron falta varios minutos para calmar a la masa de gente y volver a reunirla.
En otra ocasión, Dios sacudió la tierra para liberar a sus testigos, el apóstol Pablo y su amigo y compañero de trabajo Silas (Hechos 16:26). Habían sido encarcelados por las autoridades locales que se oponían a su mensaje, pero Dios demostró su poder liberándolos de la prisión. Sacudió la tierra y fueron liberados para proclamar el Evangelio a su carcelero. Aquella noche, él y toda su familia creyeron en Dios y fueron bautizados (Hechos 16:31-34).
Este libro se escribió por primera vez a finales de los años setenta. Desde entonces, he sido testigo de los mismos milagros en cada reunión evangélica durante seis décadas de nuestro ministerio de evangelización mundial. Por ejemplo, hace poco regresé del ministerio en diez ciudades importantes de Rusia; en ciudades de Ucrania, Kazajstán, Polonia, Estonia, Bulgaria, Kirguistán; Tailandia, República del Congo y Costa de Marfil.
Cuando los seguidores de Cristo salían y predicaban por todas partes, el Señor trabajaba con ellos, confirmando la Palabra con señales. Lo mismo hace en este siglo. Jesús y su Evangelio nunca han cambiado. Cuando se proclama su mensaje, en demostración del Espíritu y del poder, se confirma con lo milagroso.
Los creyentes de la Iglesia primitiva tuvieron éxito. Ciudades enteras se vieron afectadas. Multitudes creyeron en Cristo. Puesto que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre, cuando alguien proclame su Palabra con fe sencilla y actúe conforme a sus promesas, obtendrá los mismos resultados en este siglo. Nuestro Señor siempre confirma este Evangelio del Reino con milagros.
Dios que sacudiste la tierra, que sacudiste la cárcel y liberaste a tus siervos, sacúdeme a mí. Libérame de los grilletes del pecado, la vergüenza, la enfermedad y la complacencia.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan devocional está basado en el libro Milagros del Dr. T. L. Osborn: Pruebas del amor de Dios. Los milagros son normales para Dios, pues Él creó todas las cosas con su gran poder y su brazo extendido. Al leer este devocional, tú también podrás experimentar el milagro de la presencia de Cristo. Él está vivo. Él te ama. Anhela revelarse a ti.
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Nos gustaría agradecer a Osborn Ministries International por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://osborn.org/