El Dios de lo imposibleMuestra

El regalo inmerecido

Hablemos acerca de Efesios 2:8-9.

Contexto histórico: Pablo instruía a los efesios acerca de la gracia divina, destacando que la salvación y las bendiciones no se deben a nuestros méritos, sino al amor incondicional de Dios.

Tito 3:5: Nos recuerda que no somos salvos por obras, sino por la misericordia de Dios.

Romanos 5:8: Declara que Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores, mostrando Su gracia inmensa.

Reflexión: Así como la salvación es un regalo inmerecido, muchas bendiciones que recibimos también son fruto de Su gracia infinita.

Testimonio: La casa que recibimos no fue porque la merecíamos, sino porque Dios es un Dios de gracia. Cada vez que entro en ella, recuerdo que Su favor es inmerecido y Su fidelidad eterna. Esto me inspira a extender esa misma gracia a los demás.

Ora:

Señor, gracias por las bendiciones inmerecidas que recibo cada día. Ayúdame a vivir con gratitud.

Padre, hazme un reflejo de Tu gracia en la vida de los demás.

Dios de amor, enséñame a depender de Ti en todo y a reconocer que todo lo que tengo viene de Tu mano.