Aprender a CaminarMuestra

Aprender a caminar requiere saber alimentarse para mantener el ritmo.

Este es el tercer día aprendiendo a caminar con Jesús. Sin duda, el camino en la vida cristiana es largo, pero los primeros pasos son claves, son el fundamento para poder resistir la totalidad del camino. Así que vamos dando pasos pequeños pero certeros. Con la ayuda de Dios, este día será de gran importancia espiritual para tu futuro. Adelante.

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo

Oír la palabra de Dios es como aprender a alimentarse adecuadamente mientras entrenas para una carrera de larga distancia.

Cuando alguien decide correr una maratón, no basta con entusiasmarse por el evento. Para tener éxito y alcanzar la meta, necesitas alimentarte regularmente y con los nutrientes adecuados que sostendrán tu energía durante todo el trayecto.

Oír la palabra es como recibir el alimento esencial: Así como un corredor necesita carbohidratos, proteínas y agua para mantenerse en pie durante una carrera, nosotros necesitamos la palabra de Dios para alimentar nuestra fe. Escuchar el mensaje de Cristo nos da las "calorías espirituales" necesarias para enfrentar los desafíos del camino.

La constancia es clave:
Un corredor no viene una vez y espera que eso lo impulse hasta la meta. Del mismo modo, oír la palabra no es un evento único; es algo constante y repetitivo. Es la práctica diaria de escuchar, leer y meditar en la palabra de Dios lo que nos permite crecer espiritualmente y mantenernos fuertes.

Sin alimento, no hay fuerza para llegar:
Un atleta que no se alimenta adecuadamente se cansa, se deshidrata y no termina la carrera. Igualmente, si dejamos de oír la palabra, nuestra fe se debilita, y el recorrido de la vida cristiana se vuelve insostenible. .

El alimento correcto marca la diferencia:
No cualquier comida es adecuada para un corredor, y no cualquier mensaje es suficiente para la fe. Solo el mensaje de Cristo —la verdad del evangelio— proporciona el "alimento espiritual puro" necesario para llegar a la meta final: la vida eterna.

Pasos prácticos

• Escucha regularmente el mensaje de Cristo a través de la lectura bíblica, la predicación y la adoración.
• Reflexiona en cómo lo que oyes impacta tu día a día y fortalece tu fe.
• Haz de la palabra de Dios tu fuente diaria de nutrición espiritual, tal como un atleta planifica sus comidas para estar listo para la carrera.

Oremos: Señor, estoy aprendiendo a caminar con tu hijo Jesús, es una etapa maravillosa en mi vida y estoy lleno/a de gratitud; ayúdame a recordar siempre que debo mantener una disciplina diaria de alimentación espiritual para poder resistir.