Aprender a CaminarMuestra

Aprender a caminar con Jesús.

Bienvenido/a al primer día de este plan. Estamos dando el primer paso de nuestro viaje de cuatro días, justamente se trata de eso, dar pequeños pasos para aprender a caminar. Sin duda, el primer paso es sumamente necesario. Dios está a tu lado, te dará fuerzas para completar este sendero de cuatro días, no dudes, su presencia te acompaña y fortalece. ¡Así que comencemos!

Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó y llenos de gratitud.

Aprender a caminar con Jesús es el paso fundamental en la vida de cada creyente. Aprender a caminar es aprender a vivir con Jesús. Tu nueva vida en Cristo es dinámica.

En las Escrituras, el verbo caminar/andar describe un movimiento físico, y también simboliza un estilo de vida, una manera de conducirse o una relación constante con Dios.

Aprender a andar con Cristo implica:

Una relación continua : Caminar implica constancia y perseverancia, no “un evento puntual”. Esto lo vemos en personajes como Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios” (Génesis 5:24).

Esto no significa que simplemente iba al lado de Dios, sino que vivía de acuerdo con su voluntad diariamente.

Un propósito claro: Caminar tiene un destino, un objetivo. Así, cuando Pablo dice “anden en el Espíritu” (Gálatas 5:16), está hablando de llevar una vida guiada por el Espíritu, alineada con los principios de Dios.

Una imagen de crecimiento : El caminar sugiere progreso. Al vivir en Cristo, avanzamos hacia la madurez espiritual, como se expresa en Colosenses 2:6-7: ser "arraigados, edificados y confirmados".

Una práctica de obediencia: La idea de caminar también tiene que ver con la obediencia en acción. El Salmo 119:105 describe la Palabra de Dios como “lámpara a mis pies y luz para mi camino”, guiando cada paso que damos.

Pasos de acción para este día: Siéntete libre de realizar una de las actividades o varias de ellas, según tus fuerzas, tiempo y necesidad.

• Evalúa si realmente has entregado cada área de tu vida a Cristo. Haz una lista de áreas que necesitas someter a su señorío (como tus planes, relaciones o hábitos). Ora para entregárselas a Él.
• Establece una rutina diaria de comunión con Cristo: lee un pasaje bíblico, ora y reflexiona cómo puedes aplicarlo a tu día.
• Dedica un tiempo semanal para profundizar en la Palabra. Esto puede ser a través de estudios bíblicos, predicaciones o devocionales. Identifica una verdad bíblica que puedas aplicar en tu vida.
• Busca una comunidad de fe o mentor para compartir tus dudas y crecer juntos. Si ya estás firme, considera discipular a alguien más.
• Escribe tres cosas por las que estás agradecido cada día. También comparte gratitud con otros mediante palabras de ánimo o generosas.

Oración: Señor, al finalizar la lectura de este día, tu palabra me enseña que vivir y caminar son sinónimos de una vida espiritual activa y fructífera. Ayúdame a no permanecer inmóvil, quiero avanzar diariamente en obediencia, fe y comunión con tu hijo Jesús. Amén

Estoy muy contento por el hecho de que has decidido iniciar este plan, no tengo dudas que será de gran importancia para tu vida. Te animo a dar cada paso con fe y confianza en Dios, y no olvides que en este enlace puedes encontrar más planes ideales para tu crecimiento espiritual.