¿Cómo Puedo Confiar en Dios?Muestra

CONFÍA EN QUE DIOS ES TU PADRE BUENO

2 Corintios 1:3-4: ¡Demos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Él es un Padre bueno y amoroso, y siempre nos ayuda. Cuando tenemos dificultades, o cuando sufrimos, Dios nos ayuda para que podamos ayudar a los que sufren o tienen problemas.

Es fundamental que tengamos claras en nuestras vidas estas dos verdades: primero, que Dios es un Padre Bueno y Amoroso. En Mateo 7:11, se nos recuerda: "Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará buenas cosas a quienes se las pidan". Esta verdad nos asegura que Dios desea lo mejor para nosotros y que Su amor es incondicional. Su paternidad se manifiesta en Su deseo de brindarnos lo que realmente necesitamos, no solo lo que deseamos.

La segunda verdad es que Él siempre nos ayuda. En Salmos 54:4 leemos: "Pero Dios es mi ayudador; ¡el Señor me mantiene con vida!" Esto nos asegura que, sin importar las circunstancias, nunca estamos solos. Dios está constantemente a nuestro lado, listo para ofrecernos Su apoyo y guía. Su ayuda no siempre se manifiesta de la manera que esperamos, pero podemos confiar en que Él tiene un plan y un propósito para cada situación.

Además, es importante recordar que Dios nos ayuda para que podamos ayudar a otros. Cuando pasamos por dificultades y experimentamos Su amor y provisión, estamos llamados a compartir nuestro testimonio para que otros, que puedan estar pasando por algo similar, crean que de Dios viene la respuesta que están necesitando. Al ser testigos de Su bondad, nos convertimos en instrumentos de Su amor en el mundo.

Reflexiona:

• ¿En qué momentos has sentido la ayuda de Dios en tu vida?
• ¿Cómo puedes compartir tu experiencia para alentar a otros?

Oración:

Señor, gracias por ser un Padre bueno y amoroso. Ayúdame a recordar que siempre estás a mi lado, dispuesto a ayudarme en cada dificultad. Permíteme ser un canal de Tu amor y ayuda para aquellos que me rodean. Que mi vida refleje Tu bondad y compasión. Amén.