Vivir

El pastor José Luis Navajo explica que no porque existimos significa que estamos viviendo. Hay personas que pasan muchos años sin haber vivido, y dejan que los años pasen sin disfrutarlos.

Los dos asesinos de la paz y la energía —las cuales son necesarias para vivir— son el rencor y el remordimiento.

El rencor está enfocado en las personas que nos han herido. Les guardamos rencor por un mal que nos hicieron, y no podemos tener paz porque albergamos deseos de venganza y otros sentimientos negativos. Mientras que el resentimiento está dirigido hacia nosotros. Es algo interno que nos impide sonreír, crecer y, por lo tanto, vivir.

Y la solución a estos dos obstáculos es el perdón.

Cuando se habla de perdón, muchos creen que al hacerlo están justificando el daño que otros les hicieron o minimizándolo. Sin embargo, el perdón nos libera de la opresión que nosotros sentimos. Por lo tanto, debemos perdonar a otros y a nosotros mismos para vivir con libertad.

Además, el perdón nos ayuda a acercarnos a Dios sin ataduras:

«Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal» (Mateo 6:12 NTV).

Y solo Él puede darnos una vida que realmente vale la pena.