Vivir Bien La VidaMuestra

ORAR Y ORAR OTRA VEZ

¿Alguna vez te has sentido abrumado por un problema o lleno de preocupación y luego lo has llevado a Dios en oración? Filipenses 4:6 nos anima a no estar ansiosos por nada, sino a presentar nuestras peticiones a Dios en toda situación mediante la oración y la súplica, con acción de gracias. Sin embargo, a pesar de esto, es posible que te encuentres preocupándote nuevamente por el mismo asunto que anteriormente llevaste a Dios en oración. Puede que te sientas mal por la preocupación que regresa o por la falta de fe percibida; sin embargo, está bien orar nuevamente.

¿Recuerdas cuando Jesús se acercaba el día de su crucifixión? Fue a Getsemaní con tres discípulos y les pidió que "velaran" mientras oraba solo. En su dolor, derramó su corazón ante Dios sobre los eventos inminentes y las dificultades que lo esperaban. Cuando regresó, encontró a sus discípulos dormidos, lo que lo decepcionó.

Lo que es intrigante es que Él oró una segunda y luego una tercera vez, no por falta de fe sino para encontrar fuerza para el sufrimiento que se avecinaba. Al igual que Jesús, llevamos nuestros desafíos a la oración, lo que puede requerir que regresemos a Dios una segunda o tercera vez. Como un padre cariñoso, Dios siempre está ahí para nosotros, listo para escuchar y brindar fuerza, tal como lo hizo con Jesús en Getsemaní.

Vivir bien esta vida requerirá que ores y, a veces, vuelvas a orar. Hoy, te animo a que sigas orando a Dios porque Él te escucha, te animará y te dará fuerza para enfrentar todo lo que te espera.

Se fue otra vez y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Y cuando vino, los encontró durmiendo otra vez, porque sus ojos estaban cargados de sueño. Y los dejó, se fue otra vez y oró por tercera vez, diciendo exactamente las mismas palabras (Mateo 26:42-44 KJV).

Oremos:

Padre Celestial,

Gracias por el don de la oración. Es un gran honor hablar contigo y ser escuchado. Nunca te cansas de nuestras oraciones; en cambio, nos animas a orar y nunca desmayar, como se afirma en Lucas 18:1. Nuestros corazones están llenos de alegría porque Proverbios 15:8 nos recuerda que la oración de los rectos es tu deleite. Por favor, continúa ayudándonos a comunicarnos contigo a través de la oración mientras buscamos vivir bien durante nuestro viaje por la vida. En el nombre de Jesús, te lo pido. Amén.

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