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Día 3: Confiando en el Señor como nuestro protector

Cuando estamos rodeados de violencia, puede ser difícil ver más allá del peligro y la incertidumbre. Sin embargo, el salmista nos recuerda que Dios es nuestra luz y nuestra salvación. No importa cuán oscuro y peligroso sea el camino, Dios nos guía y nos protege. La violencia puede intimidarnos, pero no debemos temer, porque el Señor es más grande que cualquier amenaza. Él es nuestra fortaleza y, en Él, encontramos seguridad.

Imagina que estás caminando por un camino oscuro y peligroso, pero de repente, una luz brillante aparece frente a ti, iluminando el sendero y disipando las sombras. Esa luz es la presencia de Dios. Aunque el camino sigue siendo peligroso, puedes caminar con confianza, sabiendo que estás guiado y protegido por Él.

Aplicación:
Hoy, pon tu confianza en la protección de Dios. Si sientes miedo o inseguridad, recurre a Él en oración, pidiéndole que sea tu guía y tu fortaleza. Él está contigo, y no tienes que enfrentar la violencia solo.