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Día 1: La paz de Dios en medio de la tormenta

La violencia puede surgir de muchas maneras, afectando nuestro bienestar físico, emocional y espiritual. Por lo tanto, este Plan no tiene la intención de resolver la problemática desde el punto de vista legal (que sin dudas corresponden sus actuaciones), sino traer, desde el punto de vista espiritual, la Paz al corazón que está sufriendo. Jesús nos ofrece una paz que no es como la paz que el mundo ofrece. El mundo puede ofrecer soluciones temporales o superficiales, pero la paz de Dios es profunda y duradera. Esta paz nos ayuda a mantener la calma, incluso en medio de las tempestades más fuertes. No significa que la violencia desaparecerá de inmediato, pero sí que podemos tener paz en el corazón, sabiendo que Dios está en control.

Imagina que estás en medio de una tormenta. El viento sopla fuerte, las olas se levantan y el barco parece estar a punto de hundirse. En medio de esa tormenta, Jesús está a tu lado diciendo: "No temas, yo te doy paz". Es como si el mar, a pesar de estar agitado, no pudiera tocar tu corazón. Así es la paz de Dios, que nos permite estar firmes en medio de las circunstancias más difíciles.

Aplicación:
Hoy, busca refugio en la paz de Dios. Aunque la violencia te rodee, recurre a Él en oración, pidiendo que te llene de Su paz. No dejes que el miedo o la ansiedad tomen control de tu corazón.