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Nuestro propósito: PESCAR

DÍA 1 DE 6

Nuestro propósito es predicar la Palabra.

2 Timoteo 4:1-8

Pablo sabe que su muerte está próxima y sigue preocupado porque la apostasía va creciendo dentro de la iglesia. Es por eso que se ve en la necesidad de pasar la estafeta y el ministerio que recibió de Dios a su amado hijo y discípulo Timoteo para que él siga desempeñando la tarea como apóstol. Una de las funciones más importantes que debería llevar a cabo al aceptar este encargo sería la de predicar la Palabra. Debemos entender que este es un encargo que Dios nos ha dado a todos sus seguidores en la actualidad, dándonos en esta parte de la Biblia, a través de Pablo una serie de instrucciones muy precisas para poder llevar acabo la predicación de la Palabra de la mejor manera.

1.- Predicar la Palabra es un encargo con solemnidad.

2 Timoteo 4:1-2 “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra”

En esta primera parte, Pablo le está solicitando a Timoteo con mucha insistencia, casi podríamos decir que le está rogando, que ponga atención y tome con importancia el encargo que le va a entregar; para que este joven Timoteo pueda dimensionar lo importante de esta tarea Pablo pone de testigos a Dios y al Señor Jesús.

La solemnidad que tiene este encargo es muy grande porque los testigos son aquellos que juzgaran a los vivos y a los muertos de acuerdo a lo que han hecho. Me gusta como Pablo de manera directa le dice a Timoteo cuál es el encargo en 3 palabras sencillas de comprender: predica la Palabra. Hoy en día, nosotros como Iglesia, como Hijos de Dios somos responsables de cumplir con este encargo; no nos equivoquemos pensando que este es un encargo exclusivo de los pastores, de los misioneros o de los evangelistas. Todo aquel que ha recibido a Dios en su vida debe cumplir con predicar la Palabra.

2.- Predicar la Palabra es un encargo con prioridad.

2 Timoteo 4:2 “que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”

Este versículo nos abre los ojos al decirnos que la predicación de la Palabra debe ser en todo tiempo. Esto implica que tú y yo al conocer la importancia de esta tarea debemos aprovechar bien las oportunidades que se nos presentan y no estar a la espera del momento oportuno para poder predicar la Palabra. ¿Con cuantas personas inconversas hablaste esta semana? ¿A cuántas de esas personas les predicaste la Palabra? Déjame decirte que cada una de esas personas con las que nos comunicamos a diario las debemos de ver como oportunidades que Dios nos está dando para llevar a cabo esta valiosa comisión. El versículo dice que debemos predicar la palabra cuando veamos que es el momento oportuno y también cuando “sabemos” que no lo es.

Los objetivos de la predicación deben ser tres:

  • Redargüir: Una de las finalidades tiene la predicación es corregir aquello que está equivocado o que es falso. Solamente por medio de la Palabra las personas pueden convencerse de sus errores y darse cuenta de su necesidad para luego mostrar arrepentimiento, después con la ayuda del Espíritu Santo cambiar todo aquello que no le agrada a Dios.
  • Reprender: Al predicar la Palabra debemos hacer que la persona se enfrente al problema del pecado. De ninguna manera debemos reducir su gravedad o ignorarlo, pero debemos mostrarle la manera de solucionar ese problema y ayudarlo a salir de esa situación.
  • Exhortar: En algunos casos será necesario exhortar a la persona pero siempre debe ser con la Palabra. Esto de exhortar a la luz de la Biblia implica que nos coloquemos al lado de la persona para animarle, alentarle y amonestarle con el fin de que siga el camino correcto.

Todas estas cosas deben ser hechas "con toda paciencia y doctrina". Porque impacientarse, discutir, mostrarse áspero o enojado, hará que nuestros esfuerzos sean inservibles. Y para ser realmente efectivos tendremos que fundamentar nuestra corrección en la Palabra, porque de otro modo no tendrán ningún peso y será olvidada.

3.- Predicar la Palabra es un encargo con urgencia.

2 Timoteo 4:3-4 "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

Pablo no se centra principalmente en los falsos maestros, sino que concentra su atención en los creyentes. Él veía con toda claridad que estaba comenzando un abandono generalizado de la sana doctrina dentro de la iglesia. Sabía bien para donde iban los cristianos con tantas ideas y pensamientos erróneos, tal y como lo que vemos actualmente. La urgencia de este encargo la notamos al ver que muchos de los que asisten a las iglesias no quieren escuchar doctrina, buscan predicadores que les digan solo lo que quieren escuchar, que se adapten a sus propios caprichos y deseos pecaminosos, que les hagan sentirse bien, que pasen por alto sus pecados o que los entretengan con espectáculos donde con frecuencia la Biblia es olvidada.

Hoy hay muchos que quieren escuchar algo nuevo, diferente y sensacional que se ajuste a sus propios gustos. Pero se olvidan que todo aquello que se aparta de la Palabra pronto dejará insatisfecho al hombre. Cambian la verdad de Dios, por mitos y fábulas que son producto de la imaginación humana. Qué triste es escuchar de Iglesias donde se “predica” de todo menos de Jesucristo. Atendamos este encargo y hagámoslo con urgencia.

4.-Predicar la Palabra es un encargo con carácter.

2 Timoteo 4:5 “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.”

En este versículo Pablo le describe a Timoteo y a nosotros la actitud con la que debemos cumplir este encargo de Predicar la Palabra:

  • Sobrio: Timoteo debía ser un hombre serio, controlado y disciplinado que diera prioridad a las responsabilidades que tenía en la congregación estando siempre alerta para darse cuenta de las necesidades de la Iglesia y responder a ellas en forma adecuada.
  • Soporta las aflicciones: Timoteo debía enfrentar con paciencia cualquier clase de sufrimiento que fuera necesario. Pablo sabía mucho acerca de esteaspecto pues por causa de Cristo sufrió cualquier tipo de aflicciones y sabiendo el sufrimiento que padecen los que están llevando a cabo este encargo le recomienda a Timoteo y a nosotros que soportemos cualquier tipo de aflicción por Predicar la palabra.
  • Haz obra de evangelista: Timoteo debe preocuparse por los que no conocen a Cristo para que se arrepientan. Hoy en día la Iglesia debe relacionarse con los que necesitan escuchar porque esa es la razón principal de ser y existir como Iglesia, alcanzad a los perdidos.
  • Cumple tu ministerio: Timoteo recibe el mandato general por parte de Pablo, el cual también a nosotros nos hace ver que nuestra tarea es desarrollar este encargo hasta el final de nuestros días tal como Pablo.

5.- Predicar la Palabra es un encargo con recompensa.

2 Timoteo 4:6-8 “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”

En los versículos 6 y 7 Pablo está pasando formalmente la estafeta a su discípulo. Pablo ya había peleado su buena batalla por esta noble e importante causa, comprendió que había acabado su carrera para la cual realizó mucho entrenamiento, disciplina personal y gran esfuerzo y con humildad declara que ha guardado su fe pues siempre demostró fidelidad para con Dios, para el evangelio de Jesucristo y para la sana doctrina. Así que, ahora le dice a Timoteo pero también a nosotros... es tu turno, te toca cumplir con esta misión y para motivarnos habla de la gran recompensa para aquellos que predican la Palabra.

Dios es un Dios justo. Él siempre cumple sus promesas, nunca se olvida de ninguna de ellas. A través de Pablo Dios nos recuerda su recompensa para aquellos que fielmente y a tiempo cumplen y dan su vida por este encargo. Por eso es que uno de los principales propósitos que tenemos y compartimos es Predicar la Palabra porque sabemos que hay un premio que nuestro Señor nos dará si cumplimos este valioso encargo.

ORACIÓN:Dios ayúdame a esforzarme y desgastarme a causa de tu Evangelio. Que mi compromiso con Predicar la Palabra sea una realidad y que además, sea visible para la gente que no tiene una relación contigo. Señor que nunca olvide que es un encargo solemne, prioritario, urgente, de carácter y con una gran recompensa. En el nombre de Jesús, Amén.

Escrituras

Día 2

Acerca de este Plan

Nuestro propósito: PESCAR

La Iglesia y cada uno de nosotros como hijos de Dios hemos recibido de parte de nuestro Creador una encomienda de gran importancia: ser Pescadores de hombres. Si el anhelo de nuestro corazón es cumplir el propósito de Dios en nuestra vida e iglesia debemos comprometernos a PESCAR: Predicar, enseñar, servir, convivir, adorar y restaurar.

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Nos gustaría agradecer a Jaime Rojas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/profile.php?id=61560444174150