Soli Deo gloria: "Sólo a la gloria de Dios"

En nuestro último día de esta serie de devocionales llegamos a “Sólo a Dios la gloria”. Me parece que es la mejor forma de terminar una semana. Enfatiza la gloria de Dios como la meta de la vida. En lugar de esforzarnos por complacer a los líderes de la iglesia, mantener una lista de reglas o proteger nuestros propios intereses, nuestro objetivo es glorificar al Señor.

Hoy debemos resaltar con todas nuestras fuerzas que las cosas provienen de Dios, se hacen por Dios y son para su eterna gloria. Antes de la Reforma, la única manera de servir a Dios era estar dedicados a servir a la iglesia y aislados del mundo normal. Las personas con trabajos "normales" son consideradas ciudadanos de segunda clase; esto creó un sistema de dos niveles: clero y laicos. La reforma religiosa cambió todo. Todas las obras y actividades inocentes reconocidas podrían y deben hacerse para la gloria de Dios, ya sea realizada o no en un templo religioso, debe ser hecho para la gloria de Dios. Labradores, lavaplatos, apiladores de estantes y camareros, gerente o cirujano, sea quien sea, debe vivir en el día a día para la gloria de Dios.

Dios hace un llamado a las personas para desempeñar distintos papeles, para situaciones diferentes y para diversas temporadas de vida. Para que Él pueda ser glorificado en todos los lugares, en todo momento, nosotros fuimos llamados por Dios para alabanza de su gloria donde quiera que estemos su nombre debe ser exaltado. ¡No te rindas!

ORACION

Gracias Dios y Padre mío, hoy me gustaría comenzar esta oración con un corazón agradecido delante de ti. Tu gloria y poder son tan grandes que cualquier palabra que pueda salir de mi boca es pequeña para describirte. Aquí estoy para darte la gloria y la honra solo a ti. Ayúdame a que en todo momento de mi vida te dé la gloria que tú te mereces, guía mi corazón en todo momento para ser agradecido. ¡Amén!