Listos para el retorno de Jesús: Las parábolas en Mateo 24–25Muestra
Jesús usa el lenguaje de Daniel 7:9–10 y 13–14 para describirse a sí mismo de maneras reservadas para Dios: habla de SU gloria, con los ángeles (SUS ángeles en Mateo 16:27 y 24:31), y sentado en SU trono de gloria (también en Mateo 19:28 y 24:30). Como Dios en el Antiguo Testamento, Jesús reunirá a las naciones para el juicio (véase Joel 3:2, 12; Zacarías 14:1–5, 9, para dos ejemplos). Este rey (Mateo 25:34,40) es también un pastor de ovejas (Mateo 25:32), tal como se describe a Dios (Salmo 23:1; Isaías 40:11), que juzga entre las ovejas y los cabritos (véase Ezequiel 34:11–17). Las ovejas y los cabritos frecuentemente se pastoreaban juntos en rebaños mixtos y a veces fue difícil distinguirlos. Los intérpretes no han llegado a un consenso sobre la frase “estos mis hermanos pequeñitos” (25:40, 45), si se refiere a cualquier persona necesitada o más exclusivamente a los cristianos que tienen necesidades. Sea cual sea el referente, los justos no se daban cuenta de que servían a Jesús o a sus representantes (Mateo 25:37–39), de la misma manera que los injustos no se daban cuenta de que lo estaban descuidando (25:44–45).
¿Qué podemos aprender de esta parábola? Primero: Vemos una vez más que habrá un juicio y que las personas se dividirán en dos grupos (25:32–33). Segundo: Se juzgarán según cómo respondieron a Jesús (25:40, 45). Tercero: Los salvos y los perdidos pueden parecerse—como las ovejas y los cabros—pero el destino de cada grupo es totalmente diferente. Cuarto: Nuestro trato para con otras personas se relaciona directamente con nuestro trato de Jesús. Quinto: Vemos la preocupación especial que Jesús tiene para los pobres y oprimidos. Es realmente impresionante que tenemos esta parábola del Hijo del Hombre que viene en gloria, seguida por estas imágenes de los necesitados y vulnerables, e inmediatamente después leemos de este mismo rey glorioso: “el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado” (Mateo 26:2). En esta parábola, Jesús fue servido por los justos, pero, al mismo tiempo, este Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir a otros, últimamente por dar su vida como rescate para muchos (Mateo 20:28). ¿Cómo servirás a Jesús mientras te preparas para su retorno? Lo que Jesús requiere de la mayoría de nosotros no es una señal espectacular, un habla milagroso o un exorcismo (Mateo 7:21–23), aunque estas cosas tienen su lugar; lo que él desea es que lo sirvamos de un corazón puro, que incluye actos sencillos de compasión para todos los que tienen necesidad. No estamos hablando de obras genéricas y despersonalizadas para “buenas causas”, sino del llamado a servir a extraños particulares, a pobres particulares, a enfermos particulares y a prisioneros particulares. Mientras los que somos bendecidos esperamos el retorno de Jesús, las buenas nuevas son que él promete que vamos a heredar el reino de su Padre. ¿Cómo servirás a Jesús hoy y a través de quién?
¿Este plan te animó a vivir como un discípulo de Jesús? OMS puede ayudarte mientras continúas este viaje.
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Escrituras
Acerca de este Plan
Jesús frecuentemente enseñaba sobre el día del juicio y su retorno en el día final de la historia. Sin embargo, a veces estas enseñanzas nos parecen difíciles de aceptar o entender, y nos sentimos tentados a evitarlas. Durante esta serie de cuatro días, vamos a aprender cómo las parábolas sobre este tema en Mateo 24 y 25 pueden animarnos, ayudarnos a vivir como discípulos de Jesús y estar preparados para su regreso.
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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://onemissionsociety.org/