Listos para el retorno de Jesús: Las parábolas en Mateo 24–25Muestra
Como la primera parábola en esta serie (Mateo 24:45–51), en la de hoy, unos siervos reciben la confianza de su amo para manejar grandes responsabilidades. Un “talento” es una unidad de dinero. Un talento puede parecer una cantidad insignificante (25:15), pero para los trabajadores comunes y corrientes, ¡representaba la mitad de sus ganancias durante toda la vida! El primer siervo salió “inmediatamente” (25:16) y el segundo reaccionó de la misma manera (v. 17), lo que indica tanto celo como una conciencia de urgencia. Cada siervo tenía amplia oportunidad para invertir su talento, puesto que el amo regresó “después de mucho tiempo” (v. 19; compara con Mateo 24:48 y 25:5). Un siervo ganó cinco talentos más, el otro dos—pero ambos recibieron el mismo elogio: “¡Bien hecho, siervo bueno y fiel!” (25:21, 23). Si cinco talentos (que representa lo que podrías ganar en 2 o 3 vidas) podría describirse como “poco”, ¡imagínate el alcance de “mucho” (25:21, 23)! En contraste con el gozo prometido a los dos primeros siervos, el tercero recibió una reprimenda. Paralizado por su miedo (25:25), este siervo no actuó. La respuesta del amo parece severa (25:28–30), pero este siervo le ha echado la culpa al amo por su fracaso (v. 24), y a Dios le corresponde el derecho de redistribuir sus dádivas según su voluntad.
Esta es la tercera de cuatro parábolas que nos recuerdan que no sabemos cuándo Jesús va a regresar y que tenemos que estar siempre preparados. No hay tiempo que perder; habrá un juicio, con consecuencias severas para los que no se han preparado. Los “talentos” representan no solo dones, sino también los privilegios, las oportunidades y responsabilidades que pertenecen al reino de Dios. Algunos de nosotros reciben más responsabilidades, algunos llevan más cargas, algunos disponen de más tiempo productivo, otros tienen más dinero o más educación y capacitación. Pero, ¿qué haces TÚ con lo que has recibido? Tenemos que aceptar nuestras circunstancias de vida, nuestras oportunidad y responsabilidades, nuestros dones, cargas y obligaciones, y entonces hacernos esta pregunta: “¿Qué voy a hacer con estas cosas?”. Jesús tiene menos interés en nuestros resultados que en nuestra fidelidad. Cuando tenemos envidia de las oportunidades o responsabilidades de otros, recordemos: Mucho se espera de los que han recibido mucho (Lucas 12:48). El tercer siervo tenía miedo de lo que podría suceder si se arriesgara, así que optó por el camino seguro y no hizo nada (Mateo 25:25). Ser discípulo significa confiar nuestra vida en las manos de Dios todos los días, entregándole el control--¡y esto es el riesgo más grande que todos! ¿Estás dispuesto a arriesgarte?
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesús frecuentemente enseñaba sobre el día del juicio y su retorno en el día final de la historia. Sin embargo, a veces estas enseñanzas nos parecen difíciles de aceptar o entender, y nos sentimos tentados a evitarlas. Durante esta serie de cuatro días, vamos a aprender cómo las parábolas sobre este tema en Mateo 24 y 25 pueden animarnos, ayudarnos a vivir como discípulos de Jesús y estar preparados para su regreso.
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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://onemissionsociety.org/