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El perdón a través de la Sangre de Jesús

Si vieras una cuenta bancaria que tiene una gran deuda, no importa cuánto trates de pagar, nunca es suficiente. Pero alguien rico y generoso paga toda la deuda por ti, liberándote de esa carga. Jesús hizo lo mismo con el pecado al pagar nuestra deuda con Su sangre. El pecado tiene consecuencias, y una de ellas es la separación de Dios. Según la ley del Antiguo Testamento, el pecado sólo podía ser perdonado a través del derramamiento de sangre. Jesús, al derramar Su sangre en la cruz, hizo posible el perdón de nuestros pecados de una vez por todas.

Este acto de amor y sacrificio abrió el camino para que cada persona tenga acceso al perdón y a la reconciliación con Dios. No importa qué tan grande o pequeño sea el pecado, la sangre de Jesús es lo suficientemente poderosa para limpiarnos completamente y darnos una nueva vida.

Oración:
Señor, gracias por el perdón que me has dado a través de la sangre de Jesús. Ayúdame a aceptar ese perdón y a vivir en tu gracia.

Acción práctica:
Hoy, piensa en áreas de tu vida donde necesites pedir perdón. Pídele a Dios que te ayude a recibir Su gracia y vivir en el perdón.