Por Tanto IdMuestra

El mandato de ir a todas las naciones

Jesús, antes de ascender al cielo, dejó un mandato claro a sus seguidores: ir y hacer discípulos. Este llamado no fue solo para los apóstoles, sino para todos los creyentes de todas las épocas. Es un mandato que nos invita a salir de nuestra zona de confort y llevar el mensaje del Evangelio a cada rincón del mundo, comenzando por nuestro entorno cercano.

Compartir el Evangelio no es solo para pastores o líderes espirituales, es una responsabilidad de cada cristiano. Debemos compartir la esperanza que hemos recibido con los demás, porque las buenas noticias del Evangelio son demasiado valiosas para mantenerlas solo para nosotros.
Imagina a un explorador que descubre una fuente de agua en medio de un desierto. Sería egoísta que guardara esa información solo para sí mismo mientras otros mueren de sed. De la misma manera, el Evangelio es una fuente de vida, y estamos llamados a compartirlo con aquellos que lo necesitan.

Oración:
Señor, dame el valor y la disposición de compartir el mensaje de tu amor con aquellos que me rodean. Ayúdame a ser un discípulo comprometido en llevar tu palabra a los demás.

Acción práctica:
Hoy, ora por una persona que conozcas que aún no ha experimentado el amor de Jesús. Considera cómo puedes acercarte a ella para compartir el Evangelio.