La Purificación Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

“Estas son las palabras postreras de David...: los hijos de Belial serán todos ellos arrancados como espinos, los cuales nadie toma con la mano; sino que el que quiere tocarlos, se arma de hierro y de asta de lanza, y son del todo quemados en su lugar”, 2º Samuel 23:6-7 (SRV2004).

David, en sus últimos días, reveló algunos de los secretos espirituales más grandes que haya aprendido en la vida. Bien podría haber dado consejos acerca de estrategias militares o de cómo componer canciones dedicadas al Señor. Podría haberse referido a los nefastos efectos que produce el adulterio o también a las enormes bendiciones de permanecer en sujeción a Dios. Sin embargo, prefirió desempolvar de su cofre de experiencias personales la manera en la que se debe luchar una batalla espiritual. David asegura que sin el armamento adecuado no existe posibilidad alguna contra los poderes de las tinieblas. Utiliza una imagen muy gráfica al decir que los hijos de Belial son como espinos que no puedes tomarlos con las manos sin sufrir las consecuencias. Para tener éxito debes armarte con hierro y con asta de lanza. En otras palabras, solo con las armas apropiadas será posible destruir las fortalezas satánicas.

¿Recuerdas la historia de Jueces 20? Los israelitas obtuvieron la victoria después que descubrieron el secreto que David acaba de revelar. Mientras pelearon con los recursos espirituales del acuerdo, la comunión, la oración y la humillación no lograron vencer al enemigo. ¿Por qué? Porque aquel pueblo estaba poseído por una fortaleza sexual demoníaca difícil de subyugar. La Biblia dice que eran hijos de Belial, Jueces 19:22 (RVG) y, según David, es necesario el armamento espiritual adecuado. El ayuno es parte de ese armamento. Cuando empuñaron esta poderosa herramienta ganaron la batalla: “Subieron... todo el pueblo, y fueron a la casa de Dios. Lloraron, se sentaron allí en presencia de Jehová, ayunaron aquel día hasta la noche y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz...”, Jueces 20:26 (DHH). No se puede salir a pelear una batalla importante sin ayunar. No esperes proyectarte, expandir tu negocio, hacer crecer tu ministerio o romper con una maldición sin poner, además de todo tu esfuerzo, días de ayuno. El ayuno rompe con los poderes de las tinieblas y desata el poder de Dios.