Tú + Dios = Más Que Suficiente (Las Claves Para Caminar Con Autoridad Espiritual E Inteligencia Emocional)Muestra

Desarrollar la madurez emocional

A veces las emociones nos pueden. Nos juegan malas pasadas. Intentan dar vida a situaciones que no son reales o factuales y nos hacen entrar en una espiral. Sin embargo, en el corazón de la inteligencia emocional se encuentra la capacidad de abrazar plenamente las emociones humanas sin sentirse abrumado. A decir verdad, a veces puede ser difícil. Uno no puede llegar a ser espiritualmente maduro si no existe la inteligencia emocional, y viceversa.

Dios quiere que tengamos la capacidad de observar nuestros pensamientos y sentimientos con compasión, sin juzgarlos ni apegarnos a ellos. Quiere que reconozcamos y admitamos que cada emoción es un mensajero, portador de información valiosa sobre nuestro ser interior que necesita sanación. Por ejemplo, fijémonos en el rey David. En el Salmo 143:7-8 NIV David clamó al Señor “Respóndeme pronto, Señor; mi espíritu desfallece. No escondas de mí tu rostro, o seré como los que descienden a la fosa. Haz que la mañana me hable de tu misericordia, porque en ti confío. Muéstrame el camino que debo seguir, porque a ti confío mi vida”. O si nos fijamos en el Salmo 38: 9-10 "Todos mis anhelos están abiertos ante ti, Señor; mis suspiros no te son ocultos. Late mi corazón, me fallan las fuerzas; hasta la luz se ha ido de mis ojos".

En medio de una profunda angustia, el rey David tuvo que entregar sus emociones a aquel que sabía que podía sanar su alma. Admito que yo tuve que rendirme completamente, y todavía lo hago bastante para poder caminar en madurez emocional. Cuando estoy en una posición donde mis emociones están sacando lo mejor de mí, recurro a tratar de controlar la situación. Es entonces cuando Dios amorosa y silenciosamente me recuerda que necesito rendir la situación a él. Cuando me rindo, obtengo el avance necesario para salir victorioso de la situación. Cuando las emociones están a flor de piel, se requiere rendir los pensamientos y llevarlos cautivos. I Corintios 10: 3-5 “Porque aunque andamos en la carne, no hacemos la guerra según la carne. Porque las armas de nuestra milicia no son de la carne, sino que tienen poder divino para destruir fortalezas. Destruimos argumentos y toda opinión altiva levantada contra el conocimiento de Dios y llevamos cautivo todo pensamiento para obedecer a Cristo”.

Para operar plenamente en la inteligencia emocional, tienes que hacer un inventario mental de lo que te está afectando. Tienes que identificar qué desencadenantes traumáticos pueden estar causando tu reacción (por ejemplo: infancia, relación, ocupación o social) y procesar las emociones. Dios lo quiere todo, no sólo una parte. El proceso de rendición es duro. Es el arte de soltar y abrirnos al flujo de la vida. Dios quiere ver en cada uno de nosotros lo que da vida. Es a través de la entrega que encontramos la libertad en Cristo.

Al rendirnos al presente y adquirir sabiduría en el proceso, cultivamos una profunda sensación de paz interior, independientemente de las circunstancias externas. Cuando damos un paso atrás y nos tomamos el tiempo necesario para dejar que las emociones mueran y se instale la madurez, convertimos nuestro dolor en propósito, la ansiedad en satisfacción y la depresión en alegría.

Oración:

Padre Celestial, Concédeme la habilidad de caminar en inteligencia emocional. Guíame mientras te entrego mis emociones. Ilumina mi conciencia para reconocer los momentos de control, ansiedad, miedo y desesperanza. Pido al Espíritu Santo que entre y sea mi guía. Libera tu sabiduría que me conducirá hacia la paz, la satisfacción y la alegría.