Tú + Dios = Más Que Suficiente (Las Claves Para Caminar Con Autoridad Espiritual E Inteligencia Emocional)Muestra

Una relación sana es crucial

Siendo creyentes, todos queremos mantener una relación sana con Dios. Es esencial para nuestro caminar cotidiano. Nos permite ser abiertos, honestos y transparentes con nuestros sentimientos y emociones. Además, permitirá a Dios ser honesto con nosotros cuando esté contento o decepcionado con nuestras acciones. Utilizamos nuestro tiempo de oración para este tipo de intimidad con Dios. Lo que mucha gente no reconoce es que no se puede mentir a Dios. Puedes hacer una oración fácil, pero Dios ya sabe lo que está pasando en tu interior. Dios lo sabe todo y lo ve todo. En Job 28:24 “Porque él mira hasta los confines de la tierra y ve todo lo que hay debajo de los cielos”.

La omnisciencia de Dios se hicieron evidentes en su relación con el rey David, ofreciéndonos una visión de su sincera conexión. La transparencia del rey David allanó el camino para un vínculo profundo y auténtico, que fomentó un amor y una confianza genuinos. Este nivel de apertura refleja el tipo de relación que Dios busca con cada uno de nosotros. ¿Tienes ese amigo que dice la verdad con amor y que siempre está alentando tu éxito? Es crucial estar dispuesto a rendirse y ser honesto con Dios para poder escuchar y obedecer su guía, un proceso que inherentemente requiere confianza. Sin embargo, ¿y si la confianza es un problema para ti?

Podría afirmar con confianza que tengo un doctorado en el camino de la confianza. En mi juventud, me acercaba a la oración con una fe inquebrantable, confiando en la presencia y la respuesta de Dios. Pero, de adulto, cuando mi negocio se enfrentó a desafíos, junto con lo que parecían ser oraciones sin respuesta, mi confianza en Dios vaciló.

De lo que no me di cuenta fue de que Dios se estaba dirigiendo a un defecto de mi carácter. Frustrado por la falta de resultados deseados, recurrí a controlar todo y a todos los que estaban a mi alcance. Cuando Dios desveló esta verdad, me sumí en un profundo estado de depresión, sintiéndome vulnerable y como si Dios me tuviera en su punto de mira. Esta lección de vida me humilló hasta la médula y me hizo arrodillarme en señal de rendición. No quería controlar a la gente, era el resultado. Así que tuve que recorrer esta lección dolorosamente.

Cuando Dios me mostró quién era, fue triste y descorazonador. Sin embargo, Dios estaba allí dándome instrucciones y guía sobre cómo hacer un cambio para confiar en él y en el proceso. Una cosa que sabemos de Dios es que nunca te obligará a hacer algo. Siempre habrá un suave empujón que nos lleve a la convicción y a la voluntad de obedecer. Aunque muchos no lo vean, considero que esta es la amistad que no cesa.

A medida que mi confianza en Dios se renovaba, empecé a ver que mi confianza en Dios se restablecía. 1 Pedro 5:7 nos anima a “echar todas vuestras preocupaciones sobre él, porque él cuida de vosotros”. Este fue mi gran avance. Era la confianza necesaria para entrar en habitaciones que ningún hombre puede cerrar y salir de habitaciones que no son de su voluntad. Cuanto más sana sea tu relación con Dios, más fácil te resultará oír, escuchar y moverte según te guíe.

Oración:

Enséñame tus caminos Señor. Muéstrame cómo caminar confiadamente contigo sabiendo que tienes mi mejor interés en el corazón.