Oír la Palabra para una vida de intimidad con DiosMuestra

El lugar más frecuente para escuchar la Palabra de Dios es la iglesia, de ahí la imperiosa necesidad de congregarnos regularmente en un lugar donde se la predique fielmente. Ahora bien, el hecho de que en un púlpito se exhiba una Biblia no significa que allí se la crea o se la obedezca. Hay quienes se jactan de ser predicadores de la Palabra pero solo de aquellos temas o pasajes que no tienen ninguna relevancia en la vida espiritual de las personas. Temas relevantes, pero controversiales o que pongan en riesgo la reputación de la institución no son predicados. Innumerables pasajes de las Escrituras están proscriptos, especialmente aquellos que hablan de la santidad y la obediencia a Dios. Nunca se denuncia el pecado y nunca se guía a la iglesia a conocer y depender de Dios. Recordemos las palabras del Señor: “Que mis verdaderos mensajeros proclamen todas mis palabras con fidelidad” (Jeremías 23:28, NTV). Te animamos a participar de los servicios de la iglesia y a revivir los mensajes semanales en tu propia casa. Con toda seguridad, tu vida espiritual no será la misma, y tu fe se disparará más que el dólar.

Permítenos un breve comentario acerca de la disposición necesaria para escuchar la Palabra de Dios. Entramos al lugar de la oración tan descuidadamente como si entráramos a una cancha de fútbol. No mostramos un ápice de reverencia ni por Dios ni por Su Palabra. ¿No crees que llegar al culto a cualquier hora es una deshonra para Dios? ¿Qué mensaje le damos al Señor sabiendo que la persona más importante es la última en llegar? ¿Y qué dices del trato “cariñoso”con el celular? A menos que estés esperando una llamada urgente o estés leyendo la Biblia en tu celular, ¿no crees que enviar mensajitos, consultar Google o contestar el teléfono mientras adoras a Dios o escuchas Su Palabra es una deshonra al Señor?