Lectura Con El Pueblo De Dios - 6 AmorMuestra

Desafío de memorización: 1 Corintios 13:1-13

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, soy como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, pero no tengo amor, nada soy. Si repartiese todos mis bienes, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y bondadoso; el amor no tiene envidia ni se jacta; no es arrogante ni grosero. No se sale con la suya; no se irrita ni se enoja; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca termina. En cuanto a las profecías, pasarán; en cuanto a las lenguas, cesarán; en cuanto al conocimiento, pasará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo que es en parte pasará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando ya fui hombre, dejé lo que era como niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.

Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Lectura introductoria: despierta y presta atención

Después de abrazos y bromas, mientras nos reuníamos con nuestras nietas para llevarlas a casa de visita, Florence preguntó: “Lala, ¿por qué tienes el cabello desordenado?”. Emocionada por irme, decidí dejar mi cabello liso en lugar de rizarlo ese día. Aparentemente, eso fue “confuso” en la mente de este niño de 4 años. En su inocencia, los niños notarán y señalarán el más mínimo detalle que nadie más nota y ¡Dios no permita que lo digan en voz alta, especialmente si es vergonzoso!

Nuestra lectura de 1 Tesalonicenses completa la primera carta de Pablo a la iglesia, desafiándola a estar alerta. ¿Con qué frecuencia pasamos por alto lo obvio en nuestro entorno físico, en nuestras relaciones y en nuestras vidas? Cuando lo hacen, sentimos que las cosas “se nos acercan sigilosamente” porque no nos damos cuenta ni nos concentramos.

Mientras leíamos este plan, leímos cómo los israelitas no se dieron cuenta (u obedecieron) claramente de lo que Dios les dijo que evitaran, y les costó muy caro. También nos distraemos fácilmente de los propósitos y planes de Dios en nuestro mundo y nuestro tiempo, pero Dios siempre está obrando y debemos ser diligentes en observar dónde está obrando en nuestras vidas. Pablo quería recordarnos que si no somos conscientes intencionalmente, el Día del Señor podría estar sobre nosotros y nos habríamos perdido todo lo que Él ha hecho mientras tanto.

Vigilemos, declaremos y celebremos todo lo que Dios está haciendo en nuestras vidas y en las de quienes nos rodean. ¡Tenemos mucho que declarar en voz alta!

- Gaylyn Mott, profesora, músico, artista del hilo