No ignores a la burraMuestra
Si entraste a este plan pensando que trataba acerca de mí (la burra) y de porque no deberías ignorarme, no estás del todo equivocado...
Mi mamá siempre fue una excelente maestra sin título. Enseña de una manera tan práctica y funcional que es casi imposible que lo que cuenta no quede grabado en la mente de cualquier niño que la escucha. Una de las primeras historias que recuerdo haber aprendido fue la de Balaam y su burrita, pero no fue hasta hace un tiempo atrás que volví a traer a mi memoria esta historia y pude encontrarle un nuevo significado bastante más profundo que el que le había dado cuando era niña.
(AViSO: Si aún no conoces la historia este es el momento para que vayas a leerla, Dividí esta historia en tres momentos claves para que podamos analizarla de la mejor manera posible)
Bien, empecemos.
Entrando en la escena vemos a dos personajes importantes: Balac, rey de Moab, enemigo de Israel y por otro lado a Balaam, destacado profeta de la época. Luego se describe el temor de Balac ante el pueblo de Israel, dado que él sabía que era un pueblo protegido por Dios. Frente a su temor, Balac manda a llamar a Balaam y le solicita un curioso pedido: que maldiga a Israel. Al recibir este pedido, Balaam decide consultar con Dios, y Dios le responde esa misma noche dándole una orden muy clara: No maldecir al pueblo de Israel, pues bendito es. Balaam obedece a Dios.
Luego Balac, el rey, sigue insistiendo y esta vez envía jefes de Moab de mayor jerarquía y ofrece a Balaam gran recompensa si accede a su pedido. Balaam decide volver a hablar con Dios, pero esta vez Dios le contesta que acompañe a los jefes de Moab, pero que solo diga lo que Él ordene. A la mañana siguiente Baalam ensilla a su burrita y emprende su viaje, pero Dios se enoja con él.
Esta primera parte de la historia sin dudas es un poco confusa porque faltan elementos que luego vamos a ir descubriendo. La cuestión es la siguiente: si Balaam estaba obedeciendo, ¿por qué Dios se enoja? Dios le ordena acompañar a los jefes de Moab, y eso es lo que Balaam hace ¿no? ¿Cuál es el problema?
Si nos adelantamos en la historia y nos fijamos en el versículo 32 vemos el motivo del enojo del Señor. El problema con el viaje de Balaam fue que sus caminos disgustaban al Señor. Dios es quién conoce y escudriña en lo profundo de nuestros corazones y desnuda las intenciones de lo profundo de nuestro ser. La orden de Dios fue clara: acompáñalos pero SOLO dirás lo que yo te ordene.
¿Cuántas veces Dios te llevó a lugares con una misión específica y sin embargo decidiste hacer tu voluntad? ¿Cuántas veces Dios abrió puertas de lugares increíbles con el deseo de que cumplas su voluntad pero tú decidiste seguir la tuya?
Dios conocía las intenciones de Balaam y decide probar su corazón. Galatas 6 dice : "Dios no puede ser burlado" y en Jeremías 17:10 Dios nos dice "Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos".
Balaam había recibido una respuesta negativa por parte de Dios la primera vez que había consultado. Sin embargo, insiste al ver que la recompensa que ofrecían era mayor, y no estaba seguro en su corazón de hacer lo que Dios ordenaba. Dios sabe lo que es mejor para nosotros y aún así permite que hagamos uso de nuestro libre albedrío. Las decisiones basadas en nuestro propio entendimiento pueden llevarnos a situaciones desafiantes, tristes o decepcionantes. Claramente, al tomar una decisión contraria al corazón de Dios seremos testigos del resultado de nuestro propio juicio y ese resultado generalmente nos conduce a la muerte y aunque no necesariamente se trate de una muerte física como en el caso de Balaam, puede tratarse de una muerte espiritual o emocional, de nuestras relaciones o incluso de nuestro propósito. De todas formas, tenemos que estar confiados en Dios y en que cada una de las cosas que pasan, sean buenas o malas, Él las usa para mostrarnos Su poder y Su misericordia.
Muchas veces los encuentros más sinceros con el Señor se dan ante un quiebre rotundo dado por nuestra desobediencia. Dios siempre es bueno y aunque nosotros no lo somos, a diario nos brinda oportunidades para ser perdonados y regresar al camino. Aún conociendo nuestros corazones e intenciones, Él siempre está dispuesto a ayudar.
2 Pedro 2:15-16 dice: "Han abandonado el camino recto y se han extraviado para seguir la senda de Balaam, a quien le encantaba el salario de la injusticia. Pero fue reprendido por su maldad: su burra —una muda bestia de carga—, habló con voz humana y refrenó la locura del profeta". Balaam es la representación perfecta y clara de que no podemos servir a Dios y al dinero. No debemos anteponer las posesiones a la devoción. La ganancia personal jamás debe estar por encima de la obediencia, porque así como le pasó a Balaam, que siendo un profeta no pudo discernir la presencia de Dios a través de Su ángel, puede pasarnos también a nosotros.
Pidamos a Dios que limpie y cuide nuestros corazones del amor al dinero, de la avaricia y de la ambición personal. Que sea solo Él quien guíe nuestros pasos para siempre poder escuchar su voz por sobre nuestros deseos y que nos de el discernimiento necesario para poder escuchar su voz y obedecerlo por sobre todas las cosas.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando se trata de los asuntos del Señor, nada está fuera de alcance o fuera de los límites. Dios no se rige por la coherencia o el razonamiento humano, y no está contenido por ninguna de las leyes de la naturaleza, en absoluto, en ese sentido. Esta es la historia de cómo un burro habló.
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Nos gustaría agradecer a Natalia Rosas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://about.me/nrosas