Busqué a Jehová Y El Me OyóMuestra

Exaltemos el nombre de Dios

Este es el tercer día y estamos empezando a disfrutar de la misma intimidad que experimentó David con Dios. Hoy quiero que reflexionemos acerca de que exaltar el nombre de Dios es reconocer su grandeza y soberanía en nuestras vidas.

Llamar a alguien para que nos ayude es una reacción natural en el ser humano que siente una amenaza o ataque. Por ejemplo, cuando somos pequeños e indefensos niños, nos acostumbramos a llamar al papá, a la mamá, a la abuela, al hermano mayor o alguien que nos ayude cuando caemos o no podemos levantar algún objeto pesado. Llamamos a la persona que está cerca. A medida que crecemos, comenzamos a elogiar a quien nos haya ayudado, decimos frases como: Gracias a mi papá logré estudiar una carrera; Gracias a mamá logré superar una crisis etc.; Gracias a…… esa es una forma de exaltar positivamente a la persona que hizo algo significativo por nosotros.

El rey David exaltó el nombre de Dios, y eso le ayudó a superar todo tipo de problemas en su vida. Exaltar a Dios incluye hablar de lo grande que es Él, de lo maravilloso que es vivir bajo su soberanía, reconocer su poder y su amor en nuestras vidas. Leamos juntos el Salmos 34:3 y permitamos que el Espíritu Santo hable a nuestro corazón mientras lo hacemos.

Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre.

Padre Celestial, te exalto y glorifico tu nombre. Que mi vida sea un reflejo de tu gloria y que a través de mí, otros puedan ver tu grandeza.

Desafío para el Día:

Exalta el nombre de Dios compartiendo un versículo o una canción de alabanza con tus amigos o en tus redes sociales.