Fidelidad, un fruto del espírituMuestra

Fidelidad vs indecisión

Historia Bíblica: El Señor llama a Samuel - 1 Samuel 3:1-21

Versículo temático: Hebreos 11:1

Nuestro combate de esta semana es la fidelidad con la indecisión. Es muy importante que respondamos a Dios y es una parte importante de ser un cristiano fiel. Dios nos habla de muchas maneras, pero en muchas ocasiones, no queremos parar y escucharlo. Elegimos pausar y esperar antes de responderle a Dios. En ocasiones no damos respuesta alguna, esperando que Dios no lo note. ¿Cómo podemos saber que era Dios hablándonos? ¿Alguna vez has tenido dudas de que Dios en realidad te esté pidiendo hacer algo?

La historia Bíblica de hoy es sobre un joven que también dudó Dios estaba hablándole. Samuel fue un joven que fue entregado al Señor por su madre. A pesar de ser aún joven, Samuel vivió en el templo, y sirvió a Dios y al sacerdote Eli. Una noche, al irse a dormir, Samuel escuchó que alguien lo llamaba. Asumió había sido el sacerdote Eli, así que se levantó y fue donde estaba el sacerdote. Sin embargo, Eli dijo, “No llamé, regresa y acuéstate”. Esto sucedió dos veces más, y Eli le dijo a Samuel que se acostara. Pero, ¡Samuel estaba segura en cada ocasión que alguien lo había llamado! La tercera vez, el sacerdote Eli comprendió que debía ser Dios llamando a Samuel. Instruyó a Samuel para que le respondiera a Dios diciéndole, “Habla, Señor, su siervo está escuchando”. Cuando Dios llamó otra vez a Samuel, él estaba listo y ¡le respondió perfectamente a Dios!

Dios le dio una palabra especial a Samuel, y su vida como profeta comenzó, a pesar de aún ser tan joven. No importa qué edad tengas, o qué tan dañado te sientas. Dios busca niños y niñas que escuchen Su voz, crean y obedezcan.

Un pecado que peleamos es la tentación de indecisión o esperar antes de responderle a Dios. En el caso de Samuel, él no le respondió correctamente hasta la 4ta vez, pero eso fue aceptable para Dios. Si piensas al respecto, Samuel siempre respondió la misma noche.

Pero, ¿qué pasará si Dios nos llama para lograr algo, y no le respondemos la misma noche? ¿Qué pasa si esperamos una semana para responderle a Dios? Quizá Dios te mostrará a alguien de la escuela que necesita ayuda. ¿Estarías indeciso o responderás rápidamente?

Nuestro versículo de memoria para el día de hoy muestra que confiar en un Dios que no podemos ver significa que tenemos fe. Creer que él nos está hablando, a pesar de no poder escucharlo con nuestros oídos, significa que tenemos fe. Si tú y yo vamos a tener una fe fuerte, una que pueda ganar competencias y partidos, debemos creer cuando Dios nos habla. ¡Y si realmente creemos, actuaremos sin indecisión!

Preguntas:

1. ¿Cuándo la respuesta del “silencio” significa en realidad un “no”?

2. ¿Te ha pedido Dios que hagas algo alguna vez? ¿Cómo supiste que era Dios?

3. ¿Cómo podemos vencer las dudas de que Dios nos quiere en cierta ciudad, trabajo, o amistad?

Aplicación a la vida:

Pídele a Dios que hable contigo esta semana, y que te pida hacer algo. Practica obedecer inmediatamente sin indecisión alguna. Si lo olvidas y esperas, pídele a Dios otra tarea.