Tú Eres Un Dios Que Me VeMuestra
No prestes demasiada atención a la apariencia externa
"Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios" (1 Pedro 3:3-4, NBLA).
A la gente le gusta tener buen aspecto. No hay nada malo en tener un aspecto decente y vestirse bien. Al hacerlo, cuidamos el cuerpo que Dios nos ha dado. No obstante, Pedro nos exhorta a mantener el equilibrio. Así como el Señor Dios no se fija en nuestra imagen, sino en nuestro corazón, tampoco nosotros debemos fijarnos en las joyas, la ropa cara o la figura esbelta, sino en la belleza interior. Esto es mucho más valioso para Dios y, además, nunca se marchitará.
Desarrollar la belleza interior lleva tiempo; lo mismo que descubrir y apreciar la belleza interior. Esta no se consigue en las redes sociales ni en encuentros fugaces, sino en relaciones profundas y duraderas, como el matrimonio o una buena amistad. Es entonces que el carácter sale a la luz y resulta ser mucho más importante que una apariencia atractiva. Somos propensos a juzgar a alguien por lo que vemos. Pero la Biblia nos anima a mirar más allá de lo visible y a fijarnos en el corazón, tanto en nosotros mismos como en las personas que conocemos.
¿Qué cualidades encuentras importantes en ti mismo, en tus amigos y en tu (futuro) marido o mujer?
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Te preocupa que los demás te vean? Tal vez utilices las redes sociales para compartir tus experiencias y publicar en Internet tus mejores selfies - ¡con o sin Photoshop! ¿También te preocupa ser visto por Dios? ¿O este pensamiento te hace sentir incómodo? Este plan de lectura trata de que Dios te vea y te conozca tal cómo realmente eres. ¿Te gustaría leer con nosotros?
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Nos gustaría agradecer a GlobalRize por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://globalrize.org