Intimidad (Más profundo con Dios)Muestra

La Palabra de Dios te revela tu identidad como hijo.

Cultivar una vida de intimidad requiere que conozcas tu identidad como hijo(a) de Dios. La intimidad no es para todo el mundo, es un lugar especial y apartado para quienes han creído en Jesús como Señor y Salvador, y han sido hechos hijos de Dios.

Lo tercero que quiero recomendarte es que, a tu tiempo de intimidad y comunión, lleves una Biblia.

La Palabra de Dios es muy importante en nuestras vidas, es la verdad que nos hace libres, es Su consejo, Su voluntad, Su dirección para nosotros. Ella también nos revela nuestra identidad.

Muchas personas no logran desarrollar la intimidad porque se ven a sí mismas desde una perspectiva incorrecta; se consideran indignos o inmerecedores de este lugar especial de comunión con Dios. Se miran a sí mismos y consideran sus debilidades, defectos o fallas, y creen que eso los descalifica para poder entrar en la Presencia del Señor.

La Biblia dice que, si has creído en el Señor Jesucristo, eres salvo (Hechos 16:31). Has sido reconciliado con Dios (Colosenses 1:21). Eres una nueva criatura (2 de Corintios 5:17). Revestido de Cristo mismo (Gálatas 3:27). Tienes acceso a la presencia de Dios por la sangre de Jesús (Hebreos 10:19).

Esto significa que una relación profunda de amor y amistad con Dios está disponible para ti gracias a lo que Jesucristo ha hecho en la cruz y no por tus méritos personales. Acércate con seguridad y confianza al Padre; Él está esperando por ti para pasar tiempo juntos cada día.

La intimidad es el lugar de fortaleza, paz y transformación diaria que tu alma necesita. Cultívala.