Intimidad (Más profundo con Dios)Muestra

Mi experiencia personal

Tuve que aprender esto a través de los años. Tener gracia, habilidad o talento no garantiza tu supervivencia en esta era de engaño y de maldad. Hacer "algo" para Dios no es suficiente, pero pasar tiempo de calidad con el Señor y Su Palabra continuamente te hacen más que vencedor.

Hoy, las personas sufren por falta de intimidad con Dios. La insatisfacción que buscas saciar en los placeres temporales solo es la distancia entre tú y Dios. La tristeza o depresión que sufren muchas personas es resultado de esto mismo.

Jesucristo no entregó Su vida, murió en una cruz y derramó Su sangre para que tú sigas mirando a Dios de lejos. Él lo dio todo para que hoy personas comunes, como tú y yo, podamos accesar a mucho más que simplemente religión. La Palabra de Dios enseña que, cuando Cristo murió, el velo del templo que separaba el lugar santísimo de todo lo demás se rasgó. Ese velo representaba la separación entre la gloria de Dios y la imperfección de los hombres.

"Entonces Jesús soltó otro fuerte grito y dio su último suspiro. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo" (Marcos 15:37-38, NTV).

Jesucristo vino a quitar esa barrera que nos impedía relacionarnos con Dios debidamente. Jesucristo abrió una puerta única y especial, una que antes estaba llena de cadenas, candados y cerrojos, pero que ahora por Su sangre preciosa está abierta. Esa puerta se llama intimidad.

Creo que una de las cosas más importantes en mi vida fue descubrir que ese lugar de amistad, de relación y de comunión con Dios en mi vida diaria era el secreto de mi victoria.