4 Días Con DiosMuestra

3. Oración

Dios se comunica con nosotros por medio de Su Palabra, de una predicación, de un consejo sabio, de una experiencia y de muchas otras formas en las que podemos escucharle. Pero nosotros, tenemos un único medio por el cual hablarle a él: la oración.

La oración no es, o no debería ser un acto religioso nada más, algo que se hace como parte de los requisitos para ser cristianos. Es más bien un momento de conversación con el Padre que nos ama y que está ansioso por pasar tiempo con sus hijos.

Orar debe convertirse en un hábito que forme parte de nuestras vidas, una actividad diaria que planificamos y nos comprometemos a realizar, algo así como bañarnos o dormir.

Romanos 12:12 dice en la Palabra de Dios Para Todos: “Alégrense en la esperanza, tengan paciencia en las dificultades y sean constantes en la oración.”

Cuando destinamos un horario y un lugar para hablar con Dios diariamente, adquirimos el hábito de la oración y no solamente cumplimos con el requisito. Piensa por un momento en los hábitos que tienes, esas actividades ya forman parte de tu personalidad y no te cuesta realizarlas.

Muchas personas no son constantes en la oración porque la ven como una ordenanza que deben cumplir para seguir perteneciendo al cristianismo y no como un momento en el cual, el creador del universo se sienta un momento con nosotros a escucharnos.

No hay nada mejor para conocer a alguien que conversar con esa persona. Recuerda que el Dios de todo lo que existe, quien puso las estrellas en su lugar, está esperándote en tu cuarto para que le cuentes tu día.