Lo sé

Estas fueron las palabras de Jesús a Melek, en este episodio de "Los elegidos". Fue lo que advirtió la mujer samaritana cuando se encontró con Jesús en el pozo. Está muy claro, Jesús es Dios, y Jesús "sabe". Es omnisciente.

¿Aterrador?

Tal vez sí, si tienes algo que ocultar. Pero, quizá también sea muy reconfortante, si no puedes poner palabras a lo que llevas dentro. Al fin y al cabo, Él ya lo sabe...

En la sección con Melek, ves cómo Jesús escucha atentamente y anima a Melek a contar su historia. Él ya lo sabe todo, pero está ansioso por oírlo de su boca.

Lo mismo ocurre contigo y conmigo. Jesús ya lo sabe "todo", pero quiere oír tu historia. Cuéntale lo que ocurre en tu interior.

En la historia de la mujer de Samaria, ves cómo ella descubre poco a poco quién es Jesús. Por las cosas que Jesús dice y por las cosas que Él hace. En la omnisciencia de Jesús, ves algo de la grandeza de Dios. ¿No es una perspectiva genial? Que Él te conozca hasta la médula es una forma de mostrar lo grande que es.

Pide a Jesús que se te muestre de esa manera para que te impresione quién es Él.

Su omnisciencia no tiene por qué darte miedo, sino que puede animarte mucho.

Reflexiona con las siguientes preguntas:

• ¿Te das cuenta de que Jesús es omnisciente? ¿Cómo te das cuenta?
• ¿Te parece un pensamiento aterrador o tranquilizador? ¿Por qué?

Ora: "Señor, Tú lo sabes todo. Gracias por ello, y gracias porque, aunque ya lo sabes todo, quieres escucharme y oír mi historia. Me gustaría contártela.

Señor, camino con ...
Señor, estoy agradecido por...

Gracias porque tú lo sabes todo. Amén".