Liderando En Tiempos De CrisisMuestra

Introducción

Hola amigos, bienvenidos al segundo episodio de nuestra serie "Cómo liderar en tiempos de crisis". En el primer episodio, vimos que no es la crisis en sí, sino nuestra respuesta a ella, lo que determina nuestro destino. Aprendimos del libro de Nehemías que, como líderes cristianos, la oración debe ser siempre nuestra primera respuesta, no nuestro último recurso.

Motivación en tiempos de crisis

En este segundo capítulo, abordaremos un tema crucial: Cómo motivar en tiempos de crisis. Una de las razones por las que Nehemías logró reconstruir las murallas de Jerusalén fue su capacidad para motivar al pueblo. Durante 90 años, las murallas de Jerusalén estuvieron derribadas, y en dos ocasiones anteriores se intentó reconstruirlas sin éxito. Nehemías no solo encontró una ciudad en ruinas, sino un pueblo desanimado y derrotado. Su primer desafío no fue levantar las murallas, sino levantar a las personas.

Principios para motivar en tiempos de crisis

1. La motivación empieza contigo.

"Entonces llegué a Jerusalén. Tres días después…" (Nehemías 2:11 NTV).

Nehemías llegó a Jerusalén y esperó tres días antes de reunir al pueblo. ¿Por qué? Después de recorrer 1500 kilómetros, seguramente estaba fatigado. Tomó esos tres días para descansar y fortalecerse en el Señor. Es imposible motivar a otros si no estamos altamente motivados. Recuerda: No podemos dar lo que no tenemos. Antes de motivar a otros, asegúrate de estar motivado tú mismo.

2. La empatía es el puente.

"Ustedes saben muy bien las dificultades en que estamos. Jerusalén yace en ruinas y sus puertas fueron destruidas por fuego. ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y pongamos fin a esta desgracia!” (Nehemías 2:17a NTV).

Nehemías mostró empatía, conectándose con el corazón del pueblo. La empatía es ver con los ojos de otros, escuchar con los oídos de otros, caminar con los zapatos de otros y sentir con el corazón de otros. La empatía genera confianza y una respuesta positiva, motivando a los equipos a dar lo mejor.

3. La verdad no es negociable.

Un líder motivador siempre comunica con la verdad. Nehemías fue transparente y sincero, no escondió el problema al pueblo. Un buen motivador no disfraza la verdad, la confronta. Recuerda: no puedes conquistar lo que no estás dispuesto a confrontar.

4. La esperanza es la clave.

En el mismo versículo, Nehemías dio esperanza:

"¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y pongamos fin a esta desgracia!” (Nehemías 2:17b NTV)

Un buen motivador siempre da esperanza y muestra una salida al problema. El mensaje de Nehemías fue: el problema es real, pero la solución es posible. Cada vez que motives a las personas, dales algo que sentir, algo que recordar y algo que hacer.

5. Tu historia es tu mejor amiga.

"Después les conté cómo la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey. De inmediato contestaron: ¡Sí, reconstruyamos la muralla! Así que comenzaron la buena obra". (Nehemías 2:18 NTV)

Finalmente, Nehemías motivó al pueblo con su testimonio personal. Contó cómo Dios lo había favorecido y cómo el rey le proporcionó todo lo necesario para la reconstrucción. Tu historia es la mayor fuente de motivación para otros. Un testimonio es más potente que cien sermones. La respuesta del pueblo no se hizo esperar: “¡Sí, reconstruyamos la muralla!”, y comenzaron la buena obra.

Conclusión

En tiempos de crisis, la motivación correcta no solo mueve sentimientos, sino también voluntades. Como líderes cristianos, debemos ser capaces de motivar a nuestros equipos, recordando siempre que la motivación empieza con nosotros, se construye con empatía, se comunica con verdad, se sostiene con esperanza y se potencia con nuestro testimonio personal. Que Dios nos dé la sabiduría y la fortaleza para liderar y motivar en estos tiempos desafiantes.