¡Dios ve tu potencial! ¿Lo Ves Tú?Muestra

¿Cobarde o valiente?

Quiero compartirte dos versículos, uno de Jueces 6:11-12 y el otro de 1 Samuel 16:7, los cuales nos ofrecen profundas enseñanzas sobre cómo Dios ve y llama a las personas, desafiando nuestras perspectivas humanas.

En Jueces 6:11-12, encontramos a Gedeón, un hombre que se esconde para limpiar trigo, temeroso de los madianitas que lo oprimen. El ángel de Dios se le aparece y lo saluda con palabras inesperadas: "¡Qué fuerte y valiente eres! ¡Por eso Dios está contigo!". Esta declaración es sorprendente, dado el contexto de Gedeón, un hombre que se siente débil y abrumado por la adversidad. Pero Dios no ve a Gedeón según sus circunstancias presentes o su miedo; Dios ve lo que Gedeón puede llegar a ser con Su ayuda. Esto nos recuerda que Dios ve más allá de nuestras debilidades y miedos, y nos llama según el potencial que Él mismo ha puesto en nosotros.

Por otro lado, 1 Samuel 16:7 nos recuerda la naturaleza divina de la mirada de Dios. Cuando Samuel busca al futuro rey de Israel entre los hijos de Isaí, se sorprende por la apariencia y estatura de los hijos mayores. Sin embargo, Dios le dice que no mire lo que es visible, porque Él mira el corazón. Esta declaración subraya que mientras los humanos nos dejamos llevar por las apariencias externas, Dios se enfoca en lo más profundo: nuestras intenciones, nuestra fidelidad, y nuestro carácter.

Juntos, estos versículos nos enseñan que Dios no juzga según los estándares humanos. En lugar de enfocarse en lo que el mundo considera grande o impresionante, Él ve el corazón y el verdadero potencial de cada persona. Nos invita a no subestimarnos ni a juzgar a los demás por lo que parece ser, sino a confiar en que Dios nos ve con un amor y una sabiduría que superan nuestra comprensión.

Reflexión

Meditando sobre estos pasajes, podemos encontrar esperanza y valor. Dios nos llama y nos capacita, no por nuestras propias fuerzas, sino por Su poder y propósito en nuestras vidas. Nos anima a mirar más allá de las apariencias y a confiar en el plan divino que tiene para cada uno de nosotros. En cada desafío y en cada situación, recordemos que Dios ve lo que nosotros no podemos ver: el corazón y el potencial que Él mismo ha creado en cada uno de nosotros.

Oración

Amado Padre Celestial, en este día al meditar sobre tu Palabra, encuentro esperanza y valor. Reconozco que me llamas y capacitas no por mis propias fuerzas, sino por tu poder y propósito en mi vida. Ayúdame a mirar más allá de las apariencias y a confiar plenamente en tu plan divino para mí. En cada desafío y situación, te pido que me recuerdes que tú ves mi corazón y el potencial que has depositado en mí. Amén.