Recordatorio: Dios perdona y Dios sana

Cada vez que escribo un devocional, tiendo a sentir una presión tácita de compartir una "nueva revelación" que hará que los lectores piensen que soy extremadamente profunda y que tengo una conexión especial, sobrenatural y ungida con el Señor. Afortunadamente, el Espíritu Santo me recuerda al instante que la enseñanza a través de la Escritura no tiene absolutamente nada que ver conmigo, mis revelaciones o mis dones. Por el contrario, todo tiene que ver con el Señor y la forma en que Él elige trabajar a través de mí para hablar a su pueblo.

¿Por qué es esto relevante para el pasaje de hoy? Bueno, la lectura de hoy no se trata de una nueva comprensión profunda de los versículos. Es simplemente un recordatorio de lo que ya sabes. Es para recordarte los principales beneficios de nuestra relación con el Señor: Él ha perdonado y sigue perdonando todos nuestros pecados, y nos cura de todas nuestras enfermedades, ya sean físicas, espirituales o mentales.

Así que, dondequiera que estés ahora mismo, recuerda que Dios te ama, te perdona continuamente y tiene el poder de curar todas tus enfermedades. ¿Cómo no alabarle?