Gozo, un fruto del espírituMuestra

Alegría -vs- Avaricia

Historia Bíblica: El joven rico (Mateo 19:16-30).

Versículo Temático: Lucas 12:15

Es hora de que hablemos del dinero. El dinero da poder, avaricia, deseo y puede robarnos nuestra alegría. Pensamos que podríamos ser un poco más felices si tuviéramos un poco más de dinero. Miramos alrededor y vemos a otros niños y niñas riéndose, e imaginamos que debe ser gracias a todos los juguetes que tienen, las ropas bonitas que poseen, o que sus amigos andan con ellos por el dinero. Pero la Biblia dice en el libro del Eclesiastés: “El que ama el dinero nunca tendrá suficiente; el que ame la riqueza nunca va a estar satisfecho con su salario". También eso es obvio en nuestras vidas. Cuando más el dinero, nunca hay suficiente.

Sin embargo, la alegría es la única cosa que el dinero no puede comprar, y usualmente el dinero nos roba la alegría. Es interesante el hecho de que aquellos que se ganan la lotería NO son felices años después. ¡De hecho, la tasa de suicidios de los ganadores de loterías es más alta! La gente se reunirá contigo cuando tengas dinero, pero no va a ser porque te amen. Se reúne contigo porque quieren tomar todo lo que puedan. La avaricia por el dinero puede robarnos nuestro corazón muy rápidamente. La avaricia es el fuerte deseo de poseer más cosas para nosotros mismos, más allá de nuestras necesidades básicas de supervivencia y confort.

Jesús nos advierte en el Sermón del Monte que el dinero nos puede consumir hasta que se convierta en nuestro amo. “Nadie puede servir a dos amos. Odiarás a uno y amarás al otro, o serás devoto a uno y odiarás al otro. No puedes servirle a Dios y al dinero” (Mateo 6:24).

En la historia bíblica de hoy, conoceremos a un joven que era rico. Este hombre era cristiano y estaba interesado en servirle a Dios con su vida. Jesús le dijo, “Si quieres ser perfecto, anda, vende tus posesiones y dale a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Después ven, sígueme" Esto puso al joven rico muy triste. ¡Él tenía mucho dinero, y no quería darlo!

La avaricia es una asesina de la alegría. Los niños continuamente miran alrededor las cosas que los demás tienen y las quieren. ¿Conoces a niños en la escuela que tienen cosas que tú quieres tener? ¿Otros niños quieren cosas que tú tienes? Sin embargo, las posesiones no te traerán felicidad. Ser libre de la avaricia te traerá la verdadera felicidad y alegría. Pídele a Dios que te ayude a romper con la avaricia en tu vida, porque por nuestra cuenta, es imposible hacerlo.

Como Jesús le dijo al joven hombre rico, “En verdad te digo, es difícil para alguien que es rico entrar al reino de los cielos. De nuevo, te digo, es más fácil para un amello atravesar el ojo de una aguja, que un rico entre al reino de Dios".

Preguntémosle a Dios si nos puede ayudar a hacer lo imposible en nuestras vidas, desconectarnos de la avaricia y del dinero, ¡y darnos alegría y felicidad real!

Preguntas:

1. ¿Está bien si no me atrapan?

2. ¿Qué significa tratar de servirle a Dios y al dinero a la vez?

3. ¿Qué tiene de malo quitarle algo a alguien si no lo necesita tanto como yo?

Aplicación de vida:

Da algo de tu dinero personal a Dios en la bandeja de ofrenda en la iglesia, sin saber para quien será ese dinero. Usa algo de tu dinero para servirle a alguien más. Si no cuentas con el dinero, toma alguna posesión tuya y regálala.