Creer Y Descansar Para Alcanzar La UnidadMuestra

¿Qué fue lo único que necesito Abraham para tener todo lo que Dios le prometió? ¡Creer!, única y exclusivamente creer en Dios y creerle a Dios. El Nuevo Testamento asegura que la fe Abraham le fue contada como justicia (Rom. 4:4-5)

Es decir, fue por su fe sin vacilar, que Abraham fue considerado justo ante Dios. Justicia en el hebreo es zetkin que significa solidaridad. Lo que indica que nuestra fe en Dios nos guía y nos dirige. Actuamos de una manera que es compatible con nuestra fe, no por un sentido de obediencia irreflexiva, sino por un amor seguro y sincero por nuestro Dios y por la valiosa sabiduría que Él ha revelado a Sus hijos al declararnos justos ante Él.

Y es agracias a la fe y a la gracia de nuestro Señor Jesucristo que podemos hoy, experimentar su unidad y su amor una vez más como si estuviéramos de regreso al Edén de Dios. Si Cristo no hubiera mantenido la unidad hasta el final con el Padre y con el Espíritu Santo, tú y yo, no hubiésemos sido redimidos, o sea, no seriamos salvos.

Y es gracias a Cristo, que también recibimos como bendición al creer por fe, la realidad del Espíritu Santo morando en nuestro interior y el Espíritu Santo que mora en nosotros, es el mismo espíritu que mora en la iglesia que se reúne en este instante en algún lugar en China, Pakistán, Guadalajara, Nueva Delhi, o cualquier otro lugar en el mundo gracias a la promesa hecha a Abraham, y cumplida amplia y suficientemente en Cristo para todas las generaciones.

Y debido a la unidad en Cristo, ya no hay griegos, judíos, palestinos, israelitas, ni ucranianos, ni rusos, ni demócratas, ni republicanos, ni rojos, ni azules, ni lo uno, ni lo otro. Porque todos somos uno en Cristo y Cristo es todo y en todos (Col. 3:9-14).

Nuestro llamado a la unidad por parte de nuestro Redentor y Salvador Jesucristo es a que vivamos en armonía los unos con los otros, y nos revistamos (Vestir de nuevo) de compasión, de bondad y de humildad. Lo que indica que la arrogancia no es de aquellos que vivimos por fe y gracia en la obra del Resucitado. Su llamado es a que nos vistamos de humildad, mansedumbre y paciencia. Fruto claro y evidente para todos que por gracia y fe hemos vuelto al Edén de Dios.

Por Guillermo Hernández y Equipo TopCristianos

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