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Sé intencional

Ser intencional significa trabajar con un propósito, asegurándote de que cada acción cuente. Implica estar consciente de la misión, manteniendo en mente el panorama general y enfocándote en realizar las cosas correctas, momento a momento, día a día, y luego trabajar en ellas de manera consistente.

En esta temporada de mayor dependencia de Dios, es crucial ser más receptivos a su voz, buscándolo activamente para escuchar su dirección.

Un ejemplo inspirador de intencionalidad es la vida de Pablo. A pesar de enfrentar oposición incluso de aquellos que caminaron con Jesús, como Pedro, Pablo no se desanimó ni se detuvo. En lugar de ver los obstáculos como limitaciones, se reinventó bajo la guía del Espíritu Santo para asegurarse de que el evangelio llegara a todos, incluidos los gentiles.

A menudo, lo que limita nuestra intencionalidad es nuestra propia sensación de no ser dignos o aprobados. Sin embargo, podemos aprender de la convicción y la determinación de Pablo. A pesar de la oposición, Pablo comprendía su llamado y propósito, y estaba dispuesto a reinventarse para cumplirlos.

La clave no es tanto ser aprobados por Dios, sino creer que, a pesar de nuestros errores, Él nos perdona, justifica y aprueba. Para recibir su aprobación, primero debemos aceptar el regalo de su gracia y permitir que transforme nuestras vidas.

Reflexión: ¿Cómo puedo ser más intencional en mi búsqueda de Dios y en la realización de su misión en mi vida? ¿Qué obstáculos me impiden ser más deliberado en mi caminar espiritual, y cómo puedo superarlos?