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Cristo nuestro sustituto

DÍA 4 DE 5

Cristo triunfó sobre Satanás

La sustitución de Cristo nos libera de la esclavitud al pecado bajo la influencia y la tiranía de Satanás. No teníamos poder para superar el aluvión de fuerzas negativas y destructivas que nos dominaban y oprimían. Sin Dios, no podíamos discernir entre la verdad y el engaño. Nuestros escasos intentos de vivir moral y éticamente se veían constantemente frustrados. El Engañador había ganado ventaja sobre nosotros y nos habíamos convertido en sus víctimas.

Cristo no necesitaba ser castigado por el pecado. No había cometido ningún pecado. Sin embargo, nosotros éramos culpables de pecado; estábamos esclavizados a Satanás. Dios, en Cristo, venció a Satanás en nuestro nombre. Todo el que cree en la muerte sustitutoria de Cristo queda liberado del dominio del pecado y de la muerte (Hebreos 2:14-15). Mediante la fe, somos rescatados del engañoso dominio de Satanás (2 Timoteo 4:18). Al creer en Jesús, se nos devuelve la comunión con Dios (Colosenses 2:6-7).

Un estallido de colores brillantes e iridiscentes salpica el Gran Cuadro de Dios en un despliegue triunfal de victoria. El contraste es sorprendente, asombroso, sobrecogedor. Donde antes dominaban la oscuridad y la penumbra, ahora la luz y el color aportan deleite y esplendor.

La sustitución de Cristo no terminó en la cruz ni permaneció en la tumba. Tres días después de su muerte y sepultura, Dios le resucitó de entre los muertos. Salió de la tumba con todo poder y toda autoridad (Mateo 28:18). Cristo probó la muerte en nuestro nombre, la venció por nosotros y ahora tiene las llaves de la muerte, del infierno y de la tumba (Apocalipsis 1:18). La muerte ya no es nuestro amo. Cristo desechó nuestro pecado (Romanos 6:6). Derrotó a nuestro adversario (Colosenses 2:13-15). Destruyó nuestra muerte: nuestra separación de Dios (Romanos 8:1-2).

La realidad de la resurrección de Cristo es el distintivo de la fe cristiana y el sello de nuestra redención. El sello distintivo de la doctrina de los apóstoles era la resurrección de Cristo (Hechos 4,33; 1 Corintios 15,1-21). Sabían y proclamaban que Jesús no estaba muerto; ¡está vivo! Y desde entonces, la Iglesia ha proclamado y sigue proclamando, que el Salvador aún vive y es capaz de salvar e interceder por nosotros (Hebreos 7:23-25, 13:8).

Sabiendo que Dios (a través de Jesús) venció a Satanás, ya no le temo. Gracias Jesús, por esta libertad.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Cristo nuestro sustituto

Habían pasado miles de años desde que se revelaron la primera y la segunda escena de la Gran Visión de Dios. El pecado, ¿había estropeado irreparablemente el sueño de Dios para la humanidad? ¿Se había dañado por completo? ¿Quién podría restaurar su esplendor y eliminar la mancha extendida por el lienzo? Solo Dios podía hacerlo. Descubre la tercera escena de su Gran Visión.

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Quisiéramos agradecer a la Dra. LaDonna C. Osborn y a Osborn Ministries International (OMI), en colaboración con El Centro Network, por habernos brindado este plan devocional. Osborn Ministries busca expresar y propagar el evangelio de Jesucristo a todas las personas del mundo. Para más información, visita:

https://osborn.org/ y http://www.elcentronetwork.com.