La podaMuestra
DÍA 2: La Prueba
Algo que tienen las pruebas es que nos muestran dónde está puesta realmente nuestra fe, donde está puesto, de verdad, nuestro corazón. Tu generosidad será puesta a prueba, no cuando te ganes el bono anual de productividad, sino cuando no obtengas comisiones o cuando estés cesante. Tu capacidad de amar a otros no necesariamente se verá a prueba con personas que son afines contigo o te caen bien; al contrario, será puesta a prueba con aquellas que piensan diametralmente opuesto a ti o directamente te caen muy mal.
El apóstol Pedro dice: “Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica”. Habrá momentos en el caminar en los que te sentirás caído emocionalmente. Tal vez pienses que Dios se ha olvidado de ti. ¡Jamás! Recuerda el siguiente versículo:
“Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 8:38-39 (NTV)
O tal vez, al ver a otros perder su fe en Jesucristo, te desanimes. Podrás comenzar a preguntarte si eres el próximo blanco en la “lista de ataque” del diablo. Sin embargo, Dios nunca permitirá que padezcas más de los que puedes soportar espiritualmente. Junto con la prueba, te va a mostrar una salida. Como lo mencioné anteriormente, es durante estos tiempos de lucha cuando resultarás más fortalecido y no más debilitado. Recuerda que tú, cuando fuiste pequeño, aprendiste a caminar gracias a que te caías. Gracias a que te levantaste mil veces fortaleciste tus piernas, te convertiste en un maestro del equilibrio y pudiste descubrir un mundo que no conocías al momento de gatear. Cuando gateabas simplemente no eras capaz de ver ciertas cosas. Necesitabas ponerte de pie. Gracias a que creciste y te fortaleciste hoy puedes disfrutar de tu nueva realidad: ver cosas nuevas, tocar cosas que no alcanzabas, caminar, correr, saltar, bailar.
En nuestro crecimiento, como cristianos, debemos estar alerta y conscientes de cuándo estamos pasando por el proceso de poda, por una prueba. Dios no nos hace pasar por dificultades para hacernos sufrir. Más bien, Él permite esas tribulaciones en nuestras vidas para ayudarnos a crecer espiritualmente y enseñarnos a vivir por fe, no por sentimientos o emociones. Dios te ha escogido para un trabajo especial. Pero antes de usarte, te tiene que hacer madurar. Te tiene que hacer brillar más que cualquier diamante. ¿De qué sirve una fruta que no está madura?
Ahí, en los peores momentos, cuando estemos débiles o deprimidos, permanezcamos firmes. Firmes en el Señor, anclados, agarrados en Cristo para que cuando pase ese momento, ese día malo como lo llama la Biblia, sigamos de pie, firmes en la fe. Si estás en una prueba, significa que Dios te ama, está actuando en ti, está ocupado en ti. ¡Nuestro Padre te está podando! ¡No desmayes y sigue adelante!
Cuando estés viviendo un día malo, debes aferrarte a las siguientes verdades:
- Recuerda a quién perteneces: Tu eres hijo de Dios. Perteneces a la familia de Dios. Hace poco leí un cuadro, pensado para una hija, que decía: “Yo soy una princesa y mi Padre es el Rey de Reyes”…GENIAL!!!!
- Recuerda qué te ha prometido Dios: El maravilloso regalo de la vida eterna. ¡Una eternidad junto a Él! Tu salvación.
- Recuerda quién te está guiando: Dios te protegerá siempre hasta que alcances tu destino final. Él endereza tus veredas, Él vela por ti, Él te aconseja e instruye. ¡Gloria a Dios por Su guía y consejos!
- Recuerda por qué Dios te deja pasar por pruebas: Dios desea probar la autenticidad de tu fe, para que tu vida resulte en alabanza y gloria, hasta que Jesús regrese. Te quiere transformar en el más hermoso y brillante diamante.
- Recuerda que nuestro verdadero hogar NO es esta tierra pasajera y temporal. Nuestro hogar es el cielo junto a nuestro Padre Celestial y a su hijo Jesucristo.
- Recuerda que Dios tiene cosas asombrosas preparadas para nosotros.
Dios va a usar todas las circunstancias en nuestras vidas para nuestro bien. Las cosas buenas y los triunfos, así como las circunstancias adversas y los fracasos. Dios no desperdicia nada. El dolor, el fracaso, la adversidad que experimentamos, Él usa todo para formarnos y forjar, a fuego lento, nuestro carácter, nuestra fe para que por fin podamos dar los frutos de acuerdo con la voluntad de Él.
Siempre me acuerdo de lo que, junto con mi amada señora, le decimos a nuestra hija cuando la retamos o corregimos: “Si no te amáramos, simplemente no te pondríamos atención y no te corregiríamos. Sin embargo, como te amamos mucho, te llamamos la atención”. Si Dios es nuestro Padre Celestial, demos gracias que Él nos corrige porque nos ama.
Preguntas para Reflexionar
- ¿Qué piensas ahora de las pruebas?
- ¿Crees que necesitas madurar espiritualmente para que reflejes el carácter de Cristo?
Saludos y que tengas un excelente y muy bendecido día.
Alfonso
Acerca de este Plan
Como todo ser humano, los cristianos pasamos por momentos malos y de tribulación. La diferencia es que tenemos otra actitud para enfrentar la vida y sus pruebas. En este plan de 3 días te mostraré una mirada bíblica de las correcciones de nuestro Padre Celestial y sus beneficios tales como limpieza, fortaleza, mejor apariencia, crecimiento, frutos, luz, aire, paz. Si estás pasando por una prueba, lee este plan.
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Nos gustaría agradecer a Alfonso Rinsche Casanova por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://whatsapp.com/channel/0029VaLYNkx2ER6kCcWmdX0T