Caminemos con la PalabraMuestra

«Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu» (Efesios 5:18).

¿Cómo puedes evitar tropezarte con los engaños de Satanás?

La primera mención del vino en la Biblia se encuentra en Génesis 9:21. «Y bebió [Noé] el vino y se embriagó, y se desnudó en medio de su tienda». Noé literal y metafóricamente tropezó con el fruto de su propia viña. Incluso los hombres piadosos titubean. La siguiente amonestación de Pablo se aplica a todos los santos: «Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga» (1 Corintios 10:12).

Jesús, el Hijo de Dios lleno del Espíritu, no se deja engañar por la tentación del diablo. Elige la espada del Espíritu para defenderse de Satanás. Jesús responde a la tentación del maligno: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4). Jesús no permite que nada de lo que ofrece este mundo lo controle. De manera similar, conoceremos la victoria sobre la tentación si prestamos atención al mandato de Pablo de ser llenos (controlados) repetidamente por el Espíritu de Dios.

Aplicación: Vence la tentación permitiendo que la Palabra y el Espíritu de Dios te controlen.