NuevoMuestra

¿Qué es lo que te gustaba cuando eras niño y ya no te gusta tanto? Quizá sea una comida, un juego que solías jugar o un juguete que llevabas a todas partes. Fuera lo que fuera, no lo dejaste atrás porque fuera algo malo. Lo dejaste atrás porque creciste. Cambiaste de opinión al respecto. Ya no sentías lo mismo por eso, así que seguiste adelante. A diferencia de nosotros, Dios es constante en el amor. ¡Eso significa que la mente de Dios nunca va a cambiar respecto a nosotros! Por eso, cuando leemos en los pasajes bíblicos lo que Dios siente por nosotros (que Dios nos ama incondicionalmente y quiere estar cerca de nosotros), podemos leerlo con confianza, sabiendo que nunca cambiará. ¡El amor de Dios por nosotros sigue siendo el mismo pase lo que pase!

Hoy, escribe lo que sabes que es verdad sobre Dios y lo que Dios siente por ti. Guarda la lista como recordatorio de que esas cosas nunca, pero nunca cambiarán.