Paciencia, Un Fruto Del EspírituMuestra

Paciencia vs Ira

Historia Bíblica: David, Nabal y Abigail 1 Samuel 25

Versículo Temático: Efesios 4:26

Estaremos aprendiendo sobre la ira en contraposición a la paciencia. La ira es una emoción interesante, porque nos puede cegar. Puede tomar control sobre nuestro ser completo, sin dejarnos pensar en otra cosa. Podemos estar molestos cuando pecamos en contra de otros, o de nosotros mismos. La ira más difícil de controlar es cuando nos han hecho daño. Cuando sabemos que tenemos la razón, es allí cuando se vuelve más difícil controlar nuestra ira.

Esto es lo ocurrido en la historia bíblica de hoy. David estaba furioso porque le habían perjudicado. David estaba viajando con 600 hombres en su compañía. Envió algunos hombres adelante para pedirle un favor a Nabal, que alimentase a sus hombres mientras viajaban por el área. Como David le había estado haciendo favores a Nabal por mucho tiempo, ahorrándole tiempo y dinero, David tenía derecho a pedirle amablemente que regresara el favor. Sin embargo, Nabal malvadamente dijo: ¡NO!

Por lo tanto, David se enfureció, y decidió tomar venganza. David iba en camino con 400 hombres a matar a Nabal, cuando Abigaíl (la esposa de Nabal) fue informada del peligro, y se dispuso a salvar el día rápidamente. Armo una comida maravilloso para los 600 hombres, y viajo a encontrarse con David. Se inclinó ante él, se disculpó por el comportamiento de Nabal, y le dio la comida. Pareciera que Abigaíl había salvado la vida de Nabal.

La Biblia comparte esta historia mostrando a David en su derecho a estar molesto. Sin embargo, cuando Abigaíl evitó que David se vengara, la historia cambia, y se ve más a Abigaíl protegiendo a David que a Nabal. David estaría en sus derechos de vengarse, pero eso no habría sido bueno. Él habría tenido la razón, pero no habría estado bendecido. Aunque pareciera que Abigaíl había salvado a Nabal, en realidad ella había salvado a David de su propia furia.

La sabiduría en la situación es ser paciente en vez de furibundo. Al final, Dios castigó a Nabal por sus malos procederes contra David. Cuando nos enfrentamos a una decisión entre la ira y la paciencia, debemos hacernos la misma pregunta. ¿Queremos tener la razón y derecho, pero no ser bendecidos? ¿O preferimos elegir el mejor camino que lleva a más bendición?

Preguntas:

1. ¿Qué hay de malo en molestarse cuando nos hacen mal?

2. ¿Alguna vez te han maltratado cuando tenías la razón? Explica.

3. ¿Siempre me vengará Dios?

Aplicación de vida:

Compra varios objetos pequeños para dar como regalos. Cada vez que te enojes, dale un objeto a la persona con la que estás molesto. Trata de detener tu ira al darle regalos pequeños a las personas, y observa cómo crece tu paciencia.