Libre De Las AdiccionesEjemplo

JESÚS Y LA RECUPERACIÓN

Al terminar este devocional, confío en que haya sido de gran bendición para todos, así como lo fue para mí. Ayer destacamos la tarea crucial de la Iglesia en respuesta a la gran comisión de Jesús. Es nuestra responsabilidad ir por aquellos que aún no conocen el amor de Cristo, incluyendo a quienes están atrapados en las garras de las adicciones. Recordemos siempre que el poder de Dios es capaz de liberar a las personas de la esclavitud del pecado y las adicciones, y que Él estará con nosotros hasta el fin de los tiempos.

Ahora, quiero enfocarme en la importancia de la fe en Jesús en los procesos de recuperación. Es fundamental reconocer que la enfermedad de las adicciones es tratable, y que aquellos que incluyen a Jesús en sus tratamientos tienen mayores posibilidades de recuperación.

El consumo puede comenzar como una experiencia ocasional, pero rápidamente puede convertirse en un hábito que domina nuestras vidas. A medida que aumenta la tolerancia a sus efectos, el consumo se convierte en abuso, afectando todas las áreas de nuestra salud. Sin embargo, muchos niegan tener un problema y rechazan la ayuda que se les ofrece.

Es nuestro deber como líderes, familiares y amigos, cruzarnos en el camino de quienes luchan contra las adicciones, ayudándolos a reconocer que necesitan ayuda y orientándolos hacia el tratamiento adecuado. Pero para hacerlo de manera efectiva, necesitamos ser claros en nuestros mensajes, elegir el momento y el lugar adecuados, y mantenernos en oración para que el Espíritu Santo nos guíe.

Los tratamientos pueden ayudar en la desintoxicación y recuperación física, mental y social, pero la espiritualidad también desempeña un papel crucial en la recuperación. Personalmente, experimenté esta verdad en mi propio proceso de recuperación. Aunque los profesionales de la salud hicieron un trabajo excepcional, sentía un vacío en mi vida que ninguna otra cosa podía llenar.

Fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba a Jesús para completar mi recuperación. Él es el pan de vida que sacia nuestra hambre espiritual y nos da la fuerza para resistir en los momentos más difíciles. Jesús no solo quiere sanar nuestras heridas, sino también usar nuestras cicatrices para testimoniar su poder transformador.

Jesús completa la recuperación y pone fin a las adicciones, ofreciéndonos una vida nueva, plena y eterna. En medio de la lucha contra las adicciones, recordemos siempre que la verdadera sanación proviene de Cristo, quien nos fortalece y nos guía hacia la victoria.

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Este plan devocional es parte de la serie de enseñanzas “Libre de las adicciones” presentadas por Matías Kornetz, disponible solo en RightNow Media. Consigue más información aquí.