El mal uso de las ofrendasMuestra
Las ofrendas no sustituyen la obediencia.
“Tú no pides sacrificios a cambio de tu perdón; tan sólo nos pides obediencia” (Salmo 40:6 TLA). Dios les ordenó a quienes regresaran del exilio que edificaran su templo y ellos edificaron sus casas. Pusieron sus intereses por encima de los de Dios, sacrificando ofrendas en un altar precario: “Construyeron el altar… y cada mañana y cada tarde ofrecían sobre él… ofrendas…”, Esdras 3:3 (DHH, NTV). Ofrendaron durante 16 años, pero en desobediencia. Creían que el servicio y las ofrendas compensarían la desobediencia. ¿Recuerdas lo que Samuel le preguntó a Saúl? “¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas… o que obedezcas…? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio…”, 1º Samuel 15:22 (NTV). El servicio que se ofrece en desobediencia no cuenta para Dios. ¡Un Dios santo solo debe ser servido por una persona santa! El profeta Hageo explicó muy bien este principio. Si el sacerdote llevaba comida consagrada y tocaba otros alimentos, éstos no quedaban santificados. Pero si el sacerdote estaba impuro, su impureza contaminaba todo lo que tocaba, Hageo 2. La santidad no es contagiosa, pero la impureza moral sí. Un hombre no puede transmitir su salud a un niño enfermo, pero un niño enfermo puede contagiar su enfermedad a un hombre sano. Una gota de suciedad contamina un vaso de agua pura; pero muchas gotas de agua clara no purifican la inmundicia de un vaso de agua sucia. ¡La suciedad contamina todo el vaso y lo hace inservible! Cuando Jesús preguntó qué era más importante: si el oro y las ofrendas o, el templo y el altar (Mateo 23:16-19), estaba diciendo que la vida del que presta el servicio es más importante que el servicio que ofrece.
Acerca de este Plan
¿Entregas al Señor ofrenda o dinero? El dinero deja de ser simplemente un metal y se vuelve ofrenda cuando el que la entrega está bien con Dios.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar