Orando y AlabandoMuestra
En los ejemplos dados, podemos aprender del poder de la alabanza y adoración en su forma individual. Al orar vemos alimentos multiplicarse, resucitar muertos. Al alabar aprendemos que se ganan guerras con pocos hombres o se destruyen ciudades
Y es bueno tener estas prácticas de forma individual, sin embargo, el resultado de utilizar la alabanza y oración vemos resultados impactantes, incluso donde existen barreras impuestas por el hombre.
En el tiempo de la Iglesia primitiva, observamos a Pablo y Silas siendo encarcelados, y los vemos alabando en la cárcel y por otro lado a los hermanos orando en un sitio diferente. El resultado, un terremoto dejándolos libres, pero su alcance es mayor cuando se ganan un alma para el reino.
Observamos a un Pedro que en su tiempo cautivo es guiado a la libertad y que, al llegar con la congregación, la mente es incrédula pero el espíritu se goza a tal grado que Pedro tiene que calmar el gozo.
Utilicemos las herramientas con todo su potencial y no menospreciemos los tiempos generados en nuestra Iglesia para llevarlos a cabo. Recuerda que la alabanza te ayuda a que tus oraciones sean escuchadas. Y, en cada momento que tengas de oración, acuérdate de los que se esfuerzan por entregarte alimento espiritual y de tus autoridades, ora por ellos para que Dios siga revelando su Palabra y sigan edificando tu vida.
Continúa Alabando y Orando.
Acerca de este Plan
Es posible que, al hablar de Alabanza y Oración, consideremos que son acciones que no tienen que ver una con la otra y cada cual cumplen un objetivo especial. Si bien es cierta esta última parte, lo que trataremos de aprender es cómo se complementan y ser testigos del poder de Dios manifestado, viendo milagros, prodigios y entendiendo que ambas son necesarias en nuestro crecimiento espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/