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Vasijas De Barro: Un Estudio Bíblico Sobre Las Pruebas Y Las DificultadesMuestra

Vasijas De Barro: Un Estudio Bíblico Sobre Las Pruebas Y Las Dificultades

DÍA 6 DE 7

En el horno de fuego

Ha llegado lo mero bueno, el horno.

Yo no sé cómo esté el clima en el lugar en el que vives, dónde yo vivo puede haber inviernos muy fríos y veranos muy calientes y húmedos, en promedio la temperatura más alta es 32°C (90°F) y la más baja es -4°C (25°F). Claro que hay sus excepciones y hay días en los que las temperaturas son peores que éstas. También sé, que hay lugares mucho peores. Yo no aguanto los veranos mucho tiempo fuera de casa, la humedad y el calor hacen que quiera regresar rápido a mi casa donde está el aire acondicionado.

Pero, ¿por qué estamos hablando de estas cosas? Quería hacer una pequeña comparación con las temperaturas que nosotros pudiéramos soportar día a día. El horno en el que el alfarero tiene que meter la vasija de barro debe mantener una temperatura de 800°C (1,472°F). No, no se me fue un 0 de más, en realidad son 800°C. Lo escribiré con palabras para que no haya confusión, ochocientos grados centígrados. De pronto ya no me dan ganas de quejarme del calor este verano.

El alfarero debe estar muy pendiente de esa temperatura porque debe mantenerla siempre así, si llega a perder calor, la vasija puede quedar muy frágil. Dios necesita que no seamos cristianos frágiles, nos necesita fuertes. Algunas veces la única forma en que vamos a obtener esa fortaleza y madurez espiritual es atravesando ese momento en el horno de fuego, otra vez situaciones difíciles y circunstancias que nos quieren hacer tirar la toalla. Pero no tires la toalla, estás tan cerca de ser la vasija que Dios quiere, no te rindas.

¿Recuerdas a los famosos amigos de Daniel? El rey Nabucodonosor había promulgado que todos debían adorar al ídolo que había mandado hacer. Valientemente Sadrac, Mesac y Abednego no lo hicieron, honrando a Dios por sobre todas las cosas. Bien por ellos. Pero como siempre hay gente chismosa que no puede estar en paz con los demás y fueron y le contaron al rey que estos tres chicos no estaban adorando al ídolo. El problema era que al no adorar la estatua serían echados al horno de fuego.

El rey Nabucodonosor les ordenó que adoraran la estatua usando amenazas del horno. Ellos se negaron y le dieron gloria a Dios diciendo:

He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Daniel 3:17-18

¿Qué te enseñan estos jóvenes?

Me gusta cómo estos jóvenes dijeron que Dios los libraría y SI NO aún no adorarían al ídolo. Muchas veces nosotros ponemos condiciones para seguir a Dios, si Él me hace esto le sirvo, si me sana obedezco su mandato, si me da aquel trabajo voy a la iglesia. Y lo peor es que a veces recibimos lo que pedimos y aún así no hacemos lo que supuestamente dijimos haríamos. Pero estos hombres decididos no estaban sujetos a recibir de Dios, estaban sujetos a su fe, recibieran o no el milagro.

Para “las pulgas” de Nabucodonosor los echó al fuego, pero antes mandó que se calentara el horno siete veces más de lo acostumbrado. Estaba tan caliente, no sé si a 800°C pero muy caliente que los hombres que echaron a Sadrac, Mesac y Abednego en el horno se murieron.

¿Y qué pasó con ellos? Te invito a que leas Daniel 3, porque aquí te estoy haciendo el cuento corto. Estos chicos estaban adentro del horno y no sé quemaron, y no solo eso. Alguien estaba con ellos. Nabucodonosor dijo que esa cuarta persona tenía un aspecto como de hijo de los dioses.

Querido hermano(a), cuando estemos en medio del fuego no nos vamos a quemar y no solo eso, Dios estará con nosotros. ¡Gloria a Dios! No sé tú, pero saber eso me fortalece.

Todos en este mundo, creyentes o no creyentes, pasamos dificultades, enfermedades, tribulaciones, experimentamos dolor.Pero lo que nos diferencia de los no creyentes es que Cristo está con nosotros, ya tenemos la prueba ganada, solo no te rindas, mantente firme en tu fe.

A veces pensamos en el fuego de forma negativa, dolor, pruebas, tribulaciones, etc. Pero el fuego es bueno, se usaba para protegerse del frío, para cocinar, para alumbrarse (recuerden que en aquella época no había electricidad).

Otro uso que se le daba era para hacer sacrificios a Dios. Cristo es nuestro ejemplo a seguir y Él mismo se ofreció como sacrificio por amor a nosotros. Tal vez te preguntes qué sacrificio podemos hacer nosotros si ya no estamos bajo la ley o en la época del Antiguo Testamento.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmo 51:17

¿Cuáles son los sacrificios de Dios?

Entonces, cuando estés pasando por el fuego aprovéchalo, úsalo y haz un sacrificio al Señor, ofrécele un espíritu quebrantado, dale un corazón contrito y humillado.

Recuerda que Sadrac, Mesac y Abednego salieron del horno victoriosos.

Día 5Día 7

Acerca de este Plan

Vasijas De Barro: Un Estudio Bíblico Sobre Las Pruebas Y Las Dificultades

Vasijas de Barro es un estudio bíblico que se enfoca en encontrar gozo en medio de las dificultades y de recalcar que Dios sabe lo que hace y lo que permite siendo el Alfarero de nuestras vidas. El estudio divide cada paso que el alfarero de los tiempos del Antiguo Testamento llevaban a cabo, desde recoger la arcilla hasta terminar una hermosa vasija de barro.

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Nos gustaría agradecer a Abby Hinojos-Carrera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://abbyhinojos.com