¡¡Desechables!!Muestra

Generación cómoda

El segundo elemento que hacen que “alguien o algo” sea desechable es que ya no lo necesitemos más. Cuando tenemos una reunión en casa con varios invitados, usualmente compramos vasos y platos desechables, esto quiere decir que están elaborados con materiales muy baratos, generalmente de plásticos, cuyos modelos son iguales básicamente, y están destinados a ser usados una vez para luego ser botados en la basura, esto nos evita la necesidad de conseguir suficientes vasos o platos de vidrio o porcelana o cualquier material duradero para servir a nuestros invitados, y luego lavarlos. La aparición de este tipo de “vajilla económica”, es para un uso específico, no posee valor alguno, a nadie le da dolor botar a la papelera un vaso, plato o cubierto de plástico, pero si fuera uno permanente que utilizamos a diario en nuestras casas que debemos lavar y conservar, jamás lo usaríamos una vez para luego botarlo, ¿cierto?

Así es la vida del ser humano actual, lo instantáneo ha producido una comodidad desechable, la cual hemos dispuesto en nuestras relaciones con los demás, nuestro amor al prójimo, producto de la era “instantánea”, nos permite conseguir relaciones de amistad, noviazgo, pareja, incluso ministeriales, pero sin profundidad, del tipo desechables, muchos solo están al lado de otra persona para poder “utilizarlo” a su favor, y lograr sus objetivos personales, quizás en el ámbito profesional, o porque es alguien “influyente”, o porque aprendo de esa persona, hasta conseguir el conocimiento o la experiencia que necesitaba, y una vez logrado, lo arrojo a la papelera cuál vaso desechable, así, esta persona que cumplió en mí lo que anhelaba, ya no me funciona más, porque soportaba sus actitudes o mandatos, o le estaba sujeto en el servicio porque era mi líder, pero como ya logré escalar y ser mi propio líder, simplemente toca desecharlo y seguir ahora solo mi camino al éxito.

Ahora, la Biblia nos enseña que debemos ser vasos de honra, pero el apóstol Pablo nos habla que somos de vaso de barro, en una época donde el vaso de barro era tosco, barato, sin valor, ya que existían vasos de arcilla, vasos de cerámica, plata y bronce entre otros. Pablo nos enseña en 2.ª de Timoteo 2:20-21 "Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra".

No importa de qué material seas, importa lo que Dios haga contigo. Dios NO te trajo a este mundo para simplemente usarte para sus propósitos y luego desecharte, sino para que seas ese vaso de honra donde Él pueda llenarte y servir a los demás, aunque por otro lado los seres humanos te desechen. Quizás te has sentido usado y desechado, o quizás tú usaste a alguien para tus propósitos y lo desechaste, recuerda que lo que sembramos eso cosechamos.

Hoy hay una industrialización del evangelio, que ha sido descubierta como económicamente rentable, esto, hace que personas reconocidas como GRANDES REPRESENTANTES DE LA IGLESIA actual, sean esas personas a quienes debemos suscribirnos y buscar la manera que nos “impulsen” o proyecten, hoy vemos como “artistas cristianos” bien sea a nivel musical o conferencistas, son buscados por la nueva generación que quiere seguir esos pasos y ser “nuevos influencers” para “llevar el Evangelio”, y conseguir de una manera u otra que colaboren en algún video juntos, o los “etiquetan” en sus comentarios para ver si le responden, y cuando uno de estos artistas reconocidos lo hacen, para quien buscaba ese momento, logra ser lo máximo.

Vivimos en un mundo de esa “búsqueda” de estos “artistas cristianos” reconocidos, para hacer algún tipo de contenido y postearlo en nuestras redes, todo para “vivir del Evangelio”, conseguir invitaciones o contrataciones, viajar “predicando”, para así recibir el halago y reconocimiento y remuneración económica de una creciente generación que muestra euforia e idolatría (tal como lo hace el mundo), a estos artistas cristianos e influencers de nuestra época.

Pero debemos entender que Dios nos ha llamado a otra cosa, a llevar el Evangelio no a ser famosos o reconocidos, pensando que así “llegamos” al corazón de nuestros seguidores, porque si fuera de esa manera, el mundo entero habría sufrido un cambio moral increíble, lleno de Dios, sin tanta maldad, por las tantas reproducciones de tantos contenidos cristianos que a diario se publican, pero lamentablemente, la comodidad de no ir y salir a llevar el evangelio, sino hacerlo todo con un celular han hecho que todos los post vendan una imagen de estos “artistas del Evangelio”, y así ser contratados y famosos.

Esta era de lo cómodo, jamás entenderá que para que Dios te use, seas reconocido o no, debes deja de usar a “personas” para luego desecharlas una vez que no te sirvan, (muchas de ellas personas que Dios puso en tu camino desde hace años para enseñarte lo correcto) y comenzar a buscar humildemente que Dios te use, aunque no seas reconocido o famoso, bien sea como un vaso de plástico, o un vaso de oro, pero soportado por aquellos a quienes Dios trajo un día a tu vida.

Y tú, que has sido desechado por los hombres, por quienes creías amigos o por alguien especial a quien le dedicaste parte de tu vida, tú, que fuiste desechado y arrojado a la basura del olvido, hoy te traigo la mejor de las noticias: DIOS NO TE DESECHA, nunca se olvida de ti, aunque hayas fallado, aunque aquellos a quienes ayudaste te dieron la espalda cuando más los necesitabas, aunque no recibiste la gratitud de haberte sacrificado por otra persona, sino que rompieron tu corazón al desecharte, te recuerdo una palabra Inspirada por Dios al rey David: “AUNQUE TODOS TE DEJAREN, CON TODO, JEHOVÁ TE RECOGERÁ”. Deja de esperar que aquel que incendió tu casa regrese a apagar el fuego, entrega tus ruinas a Dios y Él hará un hermoso VASO NUEVO.