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Tu Mejor Amigo

DÍA 3 DE 3

Tu Parakleto fiel

Una de las cosas más entretenidas y edificantes que he descubierto en este camino hacia El Señor es que en Su Palabra hay una fuente inagotable de sabiduría. Uno de los “experimentos” que he hecho ha sido unir distintos versículos, de distintas partes de la Biblia, en sus distintas versiones y me he encontrado con varias joyitas. Te invito a leer los siguientes versículos de la Biblia y que Diosito te sorprenda y te revele Su verdad. Los he puedo de corrido para un mayor entendimiento. Todo lo que vas a leer es de Su Palabra, sólo lo que está [entre corchetes] es mío y lo he colocado para darle continuidad y sentido. Que disfrutes la siguiente lectura y que nuestro Padre te dé sabiduría.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. ¿[Q]uién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. [U]stedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: ¡Abba! ¡Padre! Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. Pero, si los guía el Espíritu, no están bajo la ley. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán. Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados y recibirán el don del Espíritu Santo. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto refleja[mos] como en un espejo la gloria del Señor, [seremos] transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo. Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu. Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que llama, se le abre. Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! Éstas son las cosas que Dios nos ha hecho conocer por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios.”

ORACIÓN FINAL

Gracias Padre por salvarnos y por amarnos como sólo Tú eres capaz de amarnos. Gracias por no abandonarnos y enviarnos a un amigo fiel: Tu Espíritu. Padre amado, te pido, te ruego que me llenes de Tu Espíritu para poder caminar por tus sendas, para discernir entre lo bueno y lo malo y obedecerte sin titubear. Espíritu Santo, haz que mi corazón se abra a la palabra de Dios, haz que mi corazón se abra a la bondad, haz que mi corazón se abra a la belleza de Dios cada día y que cada día adore correctamente a Dios. Revélame cosas grandes y ocultas que no conozco. Dame Tu aliento de vida y la energía para seguir sirviéndote a ti. Todo esto te lo pido en nombre de Tu Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesús. ¡AMÉN!

Día 2

Acerca de este Plan

Tu Mejor Amigo

El Espíritu Santo estuvo presente en la creación del universo. Infundió vida en la primera persona. El Espíritu que, en el Antiguo Testamento, llenaba sólo a ciertas personas en ocasiones especiales, ahora nos llena a todos los hijos de Dios. En este plan de 3 días vamos a entender un poco más del tercer miembro de la Trinidad: Nuestro Abogado, nuestro Ayudador, nuestro Amigo fiel, nuestro Parakletos.

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Nos gustaría agradecer a Alfonso Rinsche Casanova por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://whatsapp.com/channel/0029VaLYNkx2ER6kCcWmdX0T